31.10.13

LA BIOCONSTRUCCIÓN Y SUS 25 REGLAS BÁSICAS

La Bioconstrucción y sus 25 reglas básicas
La construcción, después de la borrachera de la burbuja inmobiliaria está de resaca. Durante esta época se ha construido hasta no poder más, y el último ejemplo de esto es el informe de Greenpeace “Destrucción a toda costa 2013” que da fe de la destrucción de los 500 primeros metros de costa en España.
Estos años hemos incluso llegado a olvidar en algunos casos el fin que persigue la construcción de cualquier hogar: conseguir el máximo confort de las personas que viven en él. Se ha construido en lugares vírgenes, con materiales hechos de forma industrial a miles de kilómetros, pinturas con sustancias tóxicas, energías no renovables dependientes de importaciones del exterior, sin estar adaptadas a las necesidades de los moradores, etc.
El resultado de todo ello: que lo que parece que no paga nadie (por lo que nos ahorramos), al final lo acabamos pagando entre todos (se tienen que tener en consideración todos los costes).
Y después de toda buena borrachera al igual que después de toda buena tormenta, viene la calma. La calma en dónde deberemos aprender de los errores del pasado, otra vez dejar de lado el pensamiento lineal al que nos han educado, utilizando la ciencia y la tecnología para crear un nuevo camino hacia una construcción hecha realmente para las familias. Hay quienes pensamos que en los próximos años va haber un nicho de mercado basado en arreglar el desbarajuste de la burbuja (Ejemplo: Noticia: La Sareb abre la puerta a la demolición de obras inconclusas).
La bioconstrucción no es un concepto nuevo, y muchas veces requiere poner la vista en el pasado para construir el futuro; más digno y sostenible.
Cuando nos preguntan qué es lo que entendemos por Bioconstrucción, fácilmente vamos a responder que son construcciones realizadas con materiales ecológicos o con bajo impacto ambiental, reciclados o reciclables, con sistemas de calefacción y refrigeración naturales, que incorporan energías renovables, que tienen muy en consideración la orientación de las construcciones y la inercia térmica de los materiales, etc. pero todo esto es el resultado de una traducción al Español del término alemán “Baubiologie” supeditado tan solo a la construcción.
El término “Baubiologie”, traducido como “Biologia del hábitat” y surgido en el Intituto IBN alemán hace unos 40 años, es un término más amplio, más holístico. Es decir, es una ciencia muy amplia que abarca muchas ramas, teniendo en consideración el conjunto de todas las necesidades. El Instituto alemán IBN desarrolló las 25 reglas básicas de la Bioconstrucción siguientes:
Materiales de construcción:
1. Utilizar materiales naturales y no adulterados
2. Utilizar materiales inodoros o de olor agradable que no emitan sustancias tóxicas
3. Utilizar materiales con baja radioactividad
4. Protección acústica y antivibratoria orientada a las personas
Ambiente interior:
5. Regulación natural de la humedad atmosférica interior mediante el uso de materiales higroscópicos
6. Minimización y disipación de la humedad de la obra nueva
7. Proporción equilibrada entre aislamiento térmico y acumulación de calor (inercia térmica)
8. Temperaturas óptimas de las superficies y del aire ambiente
9. Buena calidad del aire ambiente y renovación natural
10. Calor radiante para la calefacción
11. Alteración mínima del entorno de radiación natural
12. Ausencia de campos electromagnéticos
13. Reducción de la presencia de hongos, bacterias, polvo y alérgenos
Medio ambiente, energía y agua:
14. Minimización del consumo de energía
15. Materiales autóctonos
16. Prevención de problemas para el medio ambiente
17. Calidad óptima del agua potable
Interiorismo:
18. Respeto de dimensiones, proporciones y formas armoniosas
19. Condiciones naturales de luz, alumbrado y colorido
20. Aprovechamiento de los conocimientos de fisiología y ergonomía en la decoración y el equipamiento del espacio interior
Terreno o solar:
21. Ausencia de perturbaciones naturales y artificiales en la obra (debería estar incluido en el estudio geotérmico).
22. Viviendas alejadas de fuentes de emisiones contaminantes y ruidos
23. Método de construcción descentralizado y flexible en urbanizaciones ajardinadas
24. Vivienda y entorno residencial compatibles con la vida familiar
25. Ausencia de secuelas sociales negativas
Todos somos conscientes de los riesgos ambientales a los que está expuesta la tierra, ya sea el calentamiento global, la contaminación del aire y del agua, la falta de agua dulce, etc., pero no todos somos conscientes de que la bioconstrucción es una salida.
Si en la bioconstrucción todo son ventajas para la salud y el medioambiente, ¿por qué está tan poco extendida aún en España?
Mi respuesta es qué estamos acostumbrados a no ver más allá de nuestra nariz. Construir con materiales totalmente naturales, y realizar los estudios correspondientes, por ahora, sale más caro que la construcción tradicional, ya que no se tiene en consideración toda la vida útil del edificio y el ahorro que se consigue a la larga.
Además estamos muy mal acostumbrados a calcularlo todo en dinero; el bienestar de las personas y la huella ecológica que no se calcula con dinero a priori, pero si calculásemos el coste de curar las enfermedades (psicológicas, respiratorias, cáncer, etc) y otras afectaciones derivadas de la contaminación en la construcción y posterior uso de un edificio no biológico, quizás la bioconstrucción sería la construcción normal, la utilizada por todos.

Aparejador Optimista

28.10.13

REFRIGERACIÓN POR ABSORCIÓN (II)

CRITERIOS ACTUALES DE DISEÑO
Cuando las primeras plantas de absorción aparecieron en el mercado la tecnología electrónica estaba en sus albores, para su control y regulación se utilizaron dispositivos neumáticos de forma generalizada.
Con estos controles, aún ejerciendo correctamente su función, la hermeticidad de la máquina se hacía mayor, si cabe, para los operadores, y era laboriosa y complicada la interpretación del comportamiento de una máquina en unas condiciones de estado determinadas.
Hoy en día estas dificultades de acceso e interpretación se han eliminado prácticamente, y es mucho más sencillo e inmediato analizar el comportamiento de un equipo en unas condiciones dadas. Este gran avance se debe, fundamentalmente al desarrollo y perfeccionamiento de las aplicaciones de la microelectrónica al control y gestión de la maquinaria en general, que también se ha hecho patente en las máquinas frigoríficas en los últimos años.
La aplicación de dispositivos de control basados en microprocesadores, permite la utilización de todo tipo de sensores de temperatura, presión y concentración, y la utilización de lógicas de control que: por una parte ponen al alcance de los operadores, de manera inmediata, una información importantísima e imprescindible para el manejo de la máquina, cuya obtención era como mínimo, muy laboriosa con los controles utilizados anteriormente; y por otra facilitan un funcionamiento más estable y seguro de las máquinas.
En materia de seguridad y estabilidad de funcionamiento, los nuevos criterios que se aplican al diseño y la disponibilidad de tecnologías más potentes, han aportado grandes mejoras. Así por ejemplo, se ha conseguido que los procesos de entrada en carga, puesta en régimen y parada de las máquinas, se desarrollen de manera equilibrada y sin riesgo de que se produzcan fenómenos perturbadores. La “temible” cristalización, causa de la mayoría de las incidencias y paradas de equipos de absorción con ciclos Bromuro de Litio/Agua en el pasado, es hoy en día, un fenómeno perfectamente controlable, y puede prevenirse sin demasiada dificultad mediante controladores de nivel y de concentración y válvulas automáticas.
La presencia de incondensables en el interior de la máquina, indeseable por el efecto negativo que ejerce sobre la producción frigorífica, es hoy fácilmente combatible mediante el empleo de sistemas automáticos de purga de elevadísima eficiencia.
Finalmente, la adaptación de la producción a la demanda energética en cada aplicación se efectúa en las máquinas de última generación con gran efectividad, mediante procesadores de acción P.I.D. Y convertidores de frecuencia para el accionamiento de los motores de las bombas, con los que se consiguen mejoras sustanciales de la eficiencia de los ciclos y de los coeficientes de operación (C.O.P.) de los equipos.
Desde el punto de vista de resistencia mecánica también se han conseguido mejoras importantes.
La utilización de aceros aleados de alta resistencia en la fabricación de las envolventes permite una construcción más ligera, y el empleo de tubos de materiales inoxidables o de alta resistencia a la corrosión, como el cuproniquel, en la fabricación de los haces tubulares de los intercambiadores de calor, facilita mejores rendimientos en la transmisión de calor al tiempo que alarga la vida útil de las máquinas.
El conjunto de mejoras accesibles, gracias a la utilización de nuevas tecnologías, junto con las ventajas que los ciclos de absorción ofrecen en lo relativo al aprovechamiento de energías residuales y su baja influencia en el deterioro del Medio Ambiente, en comparación con otros sistemas de refrigeración como más adelante comentaremos, hacen que la Refrigeración por Absorción sea hoy considerada como opción interesante para la solución de problemas de refrigeración en procesos industriales y de climatización, para los que solo unos años atrás era descartada.
INTERES ENERGETICO
En todo proceso de definición de las posibles soluciones a un determinado problema de aprovechamiento energético, los considerandos que más fuertemente influyen en la decisión de los proyectistas y de las propiedades son de índole económica, fundamentalmente, aunque hoy en día las consideraciones de impacto ambiental tienen también una importancia prioritaria.
Las relaciones entre el coste de la inversión inicial requerida y el beneficio esperado y entre los costes y resultados de explotación previstos, en resumidas cuentas el “cash flow” del proyecto, son determinantes en la elección de la solución idónea.
A partir de estas premisas, es preciso analizar en detalle todas las posibles soluciones teniendo en consideración no solo el coste de los equipos a instalar, sino también el coste de las energías a consumir, con una proyección de futuro sobre la evolución que, previsiblemente, puedan experimentar estos últimos durante el periodo que se establezca como plazo de amortización de la instalación a realizar. Este criterio, normalmente, reduce de forma drástica el abanico de posibles opciones.
El coste inicial de una planta frigorífica de absorción resulta, en la mayoría de los casos, superior al de un equipo de compresión mecánica de la misma capacidad. La razón para esta diferencia está en la muy superior cantidad de materiales metálicos que son necesarios para la fabricación de los intercambiadores de calor, en equipos que se basan en procesos termodinámicos sin prácticamente aportación del equivalente térmico del trabajo mecánico.
Sin embargo, cuando se analizan los costes de explotación a partir del valor de las energías consumibles, la balanza puede desplazarse a favor de los equipos de absorción, si se dan las condiciones de partida necesarias.
C.O.P.
El concepto de C.O.P. (Coefficient of Performance) en refrigeración, es sinónimo de Eficiencia Energética en el evaporador. C.O.P. se define “oficialmente” como: “La cantidad de refrigeración obtenida de una máquina dividida entre la cantidad de energía que se requiere aportar para conseguir esta refrigeración (ASHRAE 1993)”. En este cómputo no se incluyen los consumos auxiliares de energía eléctrica necesarios para el funcionamiento de bombas y ventiladores.
Los C.O.P.s esperables de los ciclos de absorción son también muy bajos comparados con los de los ciclos de compresión mecánica. En máquinas de absorción de una etapa, con Bromuro de Litio, no se superan C.O.P.s de 0,7, en máquinas de doble etapa se alcanzan valores que pueden ser hasta 1,5 veces a los esperables en una etapa, es decir de hasta 1,2, esto significa que las máquinas de doble etapa aprovechan mejor la energía que las de etapa simple. En ciclos de baja temperatura Amoniaco/Agua se consiguen valores de C.O.P. de 0,5 y pueden alcanzarse máximos de 0,8.
Por el contrario en equipos de compresión mecánica de gran cantidad, con compresores centrífugos y de tornillo, se consiguen en la actualidad rendimientos frigoríficos entre 4,5 y 5,5 kW/kW (C.O.P.s en el evaporador de 4,5 a 5,5). A igualdad de costes de las energías consumibles, estas diferencias tan espectaculares habrían convertido a las máquinas de absorción, hace mucho tiempo, en piezas de museo o “curiosidades tecnológicas”.
¿Cuál puede ser, entonces, la razón para que los ciclos de absorción sigan teniendo actualmente una aplicación práctica?. La respuesta es bastante sencilla: El coste de producir el trabajo mecánico necesario para obtener un kW de refrigeración por ciclo de compresión mecánica de vapor es, normalmente, superior al coste necesario para recuperar la cantidad de calor a aplicar para obtener el mismo kW en un ciclo de absorción. El coste de la energía básica es el único factor que determina la posible competitividad de los
sistemas de absorción frente a los de compresión mecánica.
Por ejemplo: Si comparamos un sistema de refrigeración por compresión con un C.O.P. esperable de 5,5, y un sistema de absorción de doble etapa con un C.O.P. de 1, en una aplicación en la que se dispone de una fuente de calor recuperable cuyo coste por kW recuperado es de 1 unidad mientras que el coste de la energía eléctrica necesaria para hacer funcionar las máquinas de compresión es de 6 unidades, será evidente el interés de utilizar el sistema de absorción, simplemente a partir de los costes de las energías, sin tener en consideración otras posibles ventajas. Este es un análisis demasiado simplificado, ya que no se han tenido en consideración los costes energéticos que implica el funcionamiento de las torres de recuperación, las bombas de agua de torre, ni las bombas de agua fría. Un estudio más completo nos llevaría a la conclusión de que, teniendo en cuenta todos los consumos de todo tipo de energías en una aplicación dada, el coste de la energía eléctrica debería ser de 8 a 9 veces superior al de la energía térmica recuperada por hacer que la opción por absorción fuera competitividad con la de compresión mecánica.
Lo que es evidente es que siempre que exista la posibilidad de utilizar energías térmicas desechables, gratuitas, o de muy bajo coste, procedentes de energías renovables, o efluentes de procesos industriales o de sistemas de cogeneración, la aplicación de sistemas de absorción para la producción frigorífica será competitiva e interesante (Application Guide for absorption cooling/refrigeration using recovered heat ASHRAE, 1995).
También es preciso citar que aún existen lugares en los que la disponibilidad de energía eléctrica para grandes potencias no está garantizada, o bien implica un coste muy elevado, y sin embargo existen combustibles fósiles accesibles, gas natural por ejemplo, a un precio aceptable. Esta es otra posibilidad de aplicación de los sistemas de absorción, utilizando en estos casos máquinas con combustión directa que consumen un combustible liquido o gaseoso directamente para la producción de calor y frío de forma simultánea o alternativa, con C.O.P.s que pueden alcanzar valores de 1,5.
Así mismo puede resultar interesante la aplicación de sistemas «híbridos», que se basan en la instalación de máquinas de absorción en serie, o en paralelo, con máquinas de compresión mecánica sobre el mismo circuito de agua enfriada. En estos sistemas, las máquinas de compresión se utilizan para hacer frente a las cargas térmicas básicas, o en horas valle, mientras que las máquinas de absorción se utilizan exclusivamente en horas punta o para combatir las demandas punta. Esto permite dimensionar las máquinas que consumen energía mas cara para condiciones de menor carga, lo que repercute favorablemente en los costes de explotación de la instalación.
REDUCCIÓN DE CONSUMOS PRIMARIOS
De todo lo comentado hasta ahora puede extraerse otra conclusión importante; Teniendo en cuenta que los sistemas de absorción son tanto más interesantes, económicamente hablando, cuanto más barata es la energía térmica disponible para el accionamiento de las máquinas, está claro que este tipo de equipos son especialmente útiles para recuperar calor de deshecho, y esta particularidad permite enfocar el problema de aprovechamiento energético desde otro punto de vista.
Los sistemas de absorción no solo hacen posible la utilización de energías térmicas que serian evacuadas a la atmósfera de no utilizarse estos sistemas para su recuperación y aprovechamiento, sino que además, al mismo tiempo, evitan el consumo de energías más caras, fósiles o eléctricas, para su utilización en la producción frigorífica. Es decir, de alguna manera, dan lugar a un doble ahorro de energía; uno por la recuperación de energías desechables y otro por la reducción de consumos primarios en la producción de energía eléctrica.
EXPERIENCIAS EN EL DISEÑO DE INSTALACIONES
El cálculo de cualquier instalación de plantas frigoríficas de absorción debe efectuarse, como en cualquier otro tipo de instalación, con el rigor necesario para que se consigan las prestaciones esperadas una vez la instalación se encuentre en servicio. El elevado coste inicial de los equipos condiciona muchas veces a los proyectistas en el sentido de intentar ajustar por defecto la capacidad útil de las plantas de absorción, para así reducir su tamaño y su coste. La determinación de la potencia a instalar en absorción debe realizarse siempre a partir de los valores de demanda máxima a los que los equipos se van a ver sometidos en las condiciones de diseño.
No hay que olvidar que el rendimiento de la máquina de absorción va a efectuarse directamente por la calidad y la cantidad de energía aportada a su concentrado, así como por la variación de los niveles energéticos de los fluidos circulantes por su evaporador y absorbedor-condensador, como ya hemos comentado.
Esto quiere decir que el proyectista debe poner un especial cuidado en verificar que se cumple la ecuación de equilibrio del sistema en cualquier condición, pero sobre todo en la de carga máxima.
En toda máquina de absorción se debe cumplir la siguiente ecuación de equilibrio térmico:
Hg+He=Ha+Hc
En la que:
Hg: Calor aportado al concentrador.
He: Calor aportado al evaporador.
Ha: Calor cedido en el absorbedor
Hc: Calor cedido en el condensador.
Si los caudales de agua, o vapor, en circulación por los distintos intercambiadores, difieren de los de proyectos en las condiciones reales de una instalación dada, o bien las temperaturas de los fluidos son distintas de las definidas, el ciclo frigorífico de la máquina se autoequilibrará, en la medida de sus posibilidades, modificando los saltos térmicos y las condiciones de trabajo del equipo, para tratar de conseguir que se igualen los términos de la ecuación anterior.
Esto, lógicamente llevará a la máquina a funcionar en unas condiciones que se parecerán poco a aquellas para las que fue proyectada. Y que será muy difícil corregir, por no decir imposible, una vez la instalación en servicio.
Por ello permítasenos insistir en la importancia que tiene que el diseñador de la instalación se asegure muy bien “a priori” de que las condiciones de cálculo van a ser realmente alcanzables, cuando la instalación se ejecute. Deberá verificar principalmente los siguientes factores para las condiciones de diseño a plena carga:
– Caudal real de energía disponible a aportar al concentrador; gasto de vapor a la presión de diseño, o caudal de agua caliente a la temperatura máxima alcanzable para el dimensionamiento de la planta enfriadora.
– Caudal de agua nominal en el evaporador y temperaturas de entrada y salida de agua.
– Caudal de agua nominal a través del absorbedor y condensador y temperaturas máxima y mínima alcanzables en la torre de recuperación.
– Capacidad real de disipación de calor en la torre de recuperación, en las condiciones nominales de diseño, para los caudales y temperaturas anteriores.
A partir de estos parámetros verificará que la ecuación de equilibrio se cumple.
Para enfatizar la importancia de estas comprobaciones, comentaré un error de cálculo que ha dejado de ser anecdótico para hacerse típico, dada la frecuencia con que se produce: En el diseño de sistemas de cogeneración se da la tendencia de tratar de escatimar en el diseño de la planta o plantas de absorción que van a encargarse de aprovechar el calor de refrigeración de los grupos. Es evidente que, cuanto mayor sea el nivel térmico de la energía aportada al concentrador de la máquina, mayor es el rendimiento de esta para una capacidad de producción frigorífica de diseño determinada y, consecuentemente, son menores su tamaño y su coste.
Por su parte, los grupos electrógenos, sobre todo si son accionados por motores de ciclo Otto o Diesel, tienen mejores rendimientos cuando sus temperaturas de trabajo se mantienen en valores inferiores a los máximos admisibles a régimen. La tendencia es a dimensionar las plantas de absorción para valores de entrada de agua caliente al concentrador coincidentes con las temperaturas límite de trabajo de los motores. En el funcionamiento real de la instalación, estos valores límite no pueden mantenerse durante periodos de tiempo prolongados, ya que repercuten negativamente en el rendimiento de los motores e incluso originan paradas de estos por seguridad de alta temperatura.
El resultado es que el agua caliente llega al concentrador, en condiciones estables de plena carga, a temperaturas que son inferiores hasta en 100C al valor de diseño para el que la planta fue calculada. Y en estas condiciones el rendimiento de una planta de absorción definida cae de forma exponencial.
Por ejemplo; una enfriadora de simple efecto para una capacidad nominal de 2000 kW trabajando con agua en el concentrador a 130°C (condición nominal de diseño de la máquina), dará una producción de aproximadamente 1.200 kW con agua a 115°C, y no llegará a producir 800 kW con agua entrando al concentrador a 95°C. Consecuentemente se afectarán las condiciones de trabajo del evaporador, absorbedor y condensador, las temperaturas de agua en la torre disminuirán y la torre quedará sobredimensionada, y en el evaporador no será posible alcanzar las temperaturas de agua fría de diseño. La máquina trabajara con niveles de concentración muy bajos, y sin embargo estará sometida a riesgo de cristalización como consecuencia de trabajar con bajas temperaturas del agua de torre a la entrada del absorbedor.
Cuando exista la duda razonable de que en una instalación puedan darse situaciones como la comentada, es preferible dividir la potencia requerida entre dos e instalar dos plantas de absorción para el 50% de la demanda, cada una, aunque esto evidentemente, supone una inversión inicial mayor.
IMPACTO AMBIENTAL
Por ultimo, pero no por menos importante, vamos a comentar las peculiaridades de los equipos de refrigeración por absorción en lo relativo a la incidencia de su utilización sobre el medio ambiente.
Me centraré en el comentario de los ciclos Agua-Bromuro de Litio, cuya influencia medioambiental considero menos conocida, ya que los ciclos Amoniaco-Agua están mas condicionados en su efecto medioambiental por la presencia del Amoniaco como refrigerante, y su divulgación ha sido más amplia por esta razón, al ser este agente frigorífico plenamente ecológico, sobre todo en lo relativo a su ODP (Potencial de Destrucción de Ozono) y GWP (Efecto Invernadero). Los aspectos de impacto indirecto, en función de la contaminación originada en la producción de energía eléctrica, y de TEl (Impacto Ambiental Global), son prácticamente comunes a ambos tipos de ciclos y están en relación directa con los COPs de cada máquina, para cada aplicación concreta, por lo que serán válidas para el ciclo Amoniaco-Agua las consideraciones que se harán sobre los ciclos Agua-Bromuro de Litio.

José María CANO MARCOS

26.10.13

INFORME DE EVALUACIÓN DE EDIFICIOS (IEE)

Nueva Ley de Rehabilitación, Regeneración y Renovación urbanas
El 27 de junio se publicó en el BOE la Ley de Rehabilitación, Regeneración y Renovación urbanas que modifica algunos artículos de la Ley de Ordenación de la Edificación y la Ley de Propiedad Horizontal y el Código Técnico de Edificación.
El 27 de junio se publicó en el BOE la nueva Ley, de 26 de junio, de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas, que entra en vigor al día siguiente de su publicación, es decir el 28 de junio de 2013, la cual además modifica los artículos 2 y 3 de la Ley 38/1999, de 5 de noviembre, de Ordenación de la Edificación, en su disposición final tercera, así como la Ley de Propiedad Horizontal y el Código Técnico de Edificación.
El Gabinete Técnico del Colegio ha desarrollado la siguiente información con las modificaciones más interesantes para el sector:
En la disposición transitoria primerase establece el Calendario para la realización del Informe de Evaluación de los Edificios, que tiene como objeto establecer los plazos para que los propietarios de las edificaciones, a que hace referencia el artículo 4 y teniendo en cuenta su antiguedad (mas de 50 años), se doten del Informe de Evaluación regulado por esta Ley, estableciendo un esquema gradual razonable sin perjuicio de establecer las peculiaridades que requieren aquellos edificios que ya hayan pasado la inspección técnica, de conformidad con su propia regulación.
Con ello se pretende ir adaptando gradualmente, aunque de forma decidida, nuestro parque edificado a condiciones mínimas de conservación, accesibilidad y calidad que ya son demandables en virtud de la legislación vigente, sin perjuicio de lo que establezcan, además, las Comunidades Autónomas y los propios Ayuntamientos.
Calendario
a) Los edificios de tipología residencial de vivienda colectiva con una antigüedad superior a 50 años, en el plazo máximo de cinco años, a contar desde la fecha en que alcancen dicha antigüedad, salvo que ya cuenten con una inspección técnica vigente, realizada con anterioridad a la entrada en vigor de esta Ley. En este último caso, se exigirá el Informe de Evaluación cuando corresponda la primera revisión de la ITE ya realizada, siempre que la misma no supere el plazo de diez años. Si así fuere, el Informe de Evaluación del Edificio deberá cumplimentarse con aquellos aspectos que estén ausentes de la inspección técnica realizada.
b) los edificios cuyos titulares pretendan acogerse a ayudas públicas con el objetivo de acometer obras de conservación, accesibilidad universal o eficiencia energética, con anterioridad a la formalización de la petición de la correspondiente ayuda.
c) El resto de los edificios, cuando así lo determine la normativa autonómica o municipal, que podrá establecer especialidades de aplicación del citado informe, en función de su ubicación, antigüedad, tipología o uso predominante.
La Inspección Técnica de Edificios o instrumento de naturaleza análoga que pudiera existir en los Municipios o Comunidades Autónomas se integrará como parte del Informe de Evaluación de los Edificios, cuando el ya realizado haya tenido en cuenta exigencias derivadas de la normativa autonómica o local iguales o más exigentes a las establecidas por esta Ley.
En el Artículo 6 se regula la capacitación para redactar el Informe de Evaluación de los Edificios, siendo técnico facultativo competente el que esté en posesión de cualquiera de las titulaciones académicas y profesionales habilitantes para la redacción de proyectos o dirección de obras y dirección de ejecución de obras de edificación, según lo establecido en la Ley 38/1999, de 5 de noviembre, de Ordenación de la Edificación, o haya acreditado la cualificación necesaria para la realización del Informe, según lo establecido en la disposición final decimoctava.
La disposición final primera contiene modificaciones sobre la Ley 49/1960, de 21 de julio, de Propiedad Horizontal, con el objeto de evitar que los actuales regímenes de mayorías establecidos, en las comunidades de vecinos, impidan la realización de las actuaciones previstas en la nueva Ley, con el objeto de no hacer depender de decisiones por unanimidad o por mayorías muy cualificadas, algunos de los más importantes efectos de la ley, máxime cuando van a incluir obras que, aunque afecten al título constitutivo o a los estatutos, en realidad competen a la Administración actuante autorizar o, en algunos casos, exigir.
La disposición final tercera modifica la Ley 38/1999, de 5 de noviembre, de Ordenación de la Edificación, para vincular la aplicación del Código Técnico de la Edificación a las intervenciones que se realicen en los edificios existentes referidas en las letras b) y c) del artículo 2.2 de dicha Ley.
Todo ello con independencia de que el Código Técnico de la Edificación será de aplicación, además, a todas las intervenciones en los edificios existentes, a cuyos efectos, su cumplimiento podrá justificarse en el proyecto o en una memoria suscrita por técnico competente, junto a la solicitud de la licencia o de autorización administrativa que sea preceptiva para la realización de las obras, superando así la falta de control actual sobre dicho cumplimiento, en la mayor parte de las obras de rehabilitación.
La disposición final undécima modifica el Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprueba el Código Técnico de la Edificación, para resolver los problemas que plantea en relación con la rehabilitación, y que vienen siendo reclamados por los principales agentes del sector.
Se destacan las modificaciones que tratan de eliminar las definiciones relacionadas con obras de rehabilitación y que actualmente inducen a error, la inclusión de los criterios de flexibilidad y no empeoramiento en la aplicación del Código Técnico a las intervenciones en edificios existentes y, por último, la obligación de declarar el nivel de prestaciones alcanzado y las condiciones de uso y mantenimiento derivadas de la intervención.
La disposición final duodécima incluye una importante modificación del texto refundido de la Ley de Suelo, aprobado por el Real Decreto Legislativo 2/2008, de 20 de junio.
Se completa la regulación del deber legal de conservación, para sistematizar los tres niveles que ya lo configuran:
- Un primer nivel básico o estricto, en el que el deber de conservación conlleva, con carácter general, el destino a usos compatibles con la ordenación territorial y urbanística y la necesidad de garantizar la seguridad, salubridad, accesibilidad y ornato legalmente exigibles. Además, con carácter particular, el deber legal de conservación también contiene la necesidad de satisfacer los requisitos básicos de la edificación, establecidos en el artículo 3.1 de la Ley 38/1999, de 5 de noviembre, de Ordenación de la Edificación, con lo que se dota de mayor coherencia a la tradicional referencia de este deber a la seguridad y a la salubridad, sin que el cumplimiento de estos requisitos signifique, con carácter general, la aplicación retroactiva del Código Técnico de la Edificación, aprobado por el Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, a la edificación construida con anterioridad a la entrada en vigor del mismo.
- Un segundo nivel, en el que el deber de conservación incluye los trabajos y obras necesarios para adaptar y actualizar progresivamente las edificaciones, en particular las instalaciones, a las normas legales que les vayan siendo explícitamente exigibles en cada momento, para que se vaya introduciendo la normativa del sector con el objetivo de mantener sus condiciones de uso, de acuerdo con la evolución de las necesidades sociales.
- Y un tercer nivel, que define con mayor precisión el carácter de las obras adicionales incluidas dentro del deber de conservación desarrollando lo que la Ley de Suelo definió como «mejora».
Se distinguen así dos supuestos: los tradicionales motivos turísticos o culturales, que ya forman parte de la legislación urbanística autonómica, y la mejora para la calidad y sostenibilidad del medio urbano, que introdujo la Ley 2/2011, de 4 de marzo, de Economía Sostenible, y que puede consistir en la adecuación parcial, o completa, a todas o a alguna de las exigencias básicas establecidas en el ya citado Código Técnico de la Edificación.
En ambos casos, requerirá que la Administración determine el nivel de calidad que deba ser alcanzado por el edificio, para cada una de las exigencias básicas a que se refiera, en cuanto a su límite, se mantiene en los mismos términos que ya contiene la legislación en vigor.

COAATIEM

MITOS Y LEYENDAS DEL CERTIFICADO ENERGÉTICO

El IDAE ha publicado recientemente la tercera edición de sus “Respuestas a las preguntas frecuentes” sobre la obligatoriedad del certificado energético de edificios existentes. Con ello ha disipado muchas dudas y algunos mitos, que ya estaban conquistando un lugar destacado entre las leyendas urbanas. Explicamos a continuación la verdad sobre las dudas y mitos más frecuentes.

Tengo una vivienda de menos de 50 m2 en un bloque. No le es de aplicación la normativa, y por ello no necesito certificarla.

Es falso. El IDAE aclara que solamente quedan excluidos de la obligación aquellos edificios aislados físicamente y con una superficie útil total inferior a 50 m2. Las viviendas, apartamentos y locales de menos de 50 m2 que formen parte de un edificio SI tienen la obligación de obtener el certificado de eficiencia energética porque no están aislados físicamente.

Voy a vender una plaza de garaje y un trastero y no necesito el certificado energético porque escapa a su ámbito de aplicación.

Es cierto. NO es obligatorio el certificado energético para los garajes o trasteros, ya que el Código Técnico de la Edificación los considera espacios no habitables. Y además el artículo 1 del Real Decreto no los considera “parte de un edificio”.

Voy a comprar unos locales comerciales diáfanos recién construidos, y voy a exigir al propietario que me entregue el certificado energético, porque es su obligación.

Es falso. El vendedor NO está obligado a realizar el certificado de eficiencia energética de los locales “en bruto”. En el momento en que usted acondicione el local mediante el correspondiente proyecto de obra y actividad, deberá usted encargar el certificado de eficiencia energética, como pasa en cualquier obra nueva.

Voy a vender una vivienda y he encontrado un técnico que me ha dicho que me va a cobrar muy poco porque no va a adjuntar al certificado las recomendaciones y medidas de mejora. Me ha dicho que el certificado sirve igual.

Es falso. El certificado energético de un edificio existente debe contener obligatoriamente como mínimo CUATRO documentos (calificación de eficiencia energética, recomendaciones, descripción de las pruebas y cumplimiento de los requisitos medioambientales). La no inclusión de TODA esta información mínima se considerará infracción en materia de certificación de la eficiencia energética de los edificios y se sancionará de acuerdo con lo dispuesto en la escala de sanciones (multas de 300 a 6.000€, según el caso).

Voy a vender una vivienda y he contactado con un técnico que me ha dicho que me va a cobrar una cantidad ridículamente baja si no viene a hacer la visita de inspección previa. Que le envíe yo los datos y fotos, que el certificado sirve igual.

Es falso. Como se ha explicado en el punto anterior, el certificado energético de un edificio existente debe contener la descripción de las pruebas realizadas y la justificación del cumplimiento de los requisitos medioambientales. Con este método, en el peor de los casos se puede falsificar absolutamente todo el contenido del certificado. En este caso, además de las consideraciones sobre sanciones antes expuestas, se podría incidir en el ámbito penal puesto que el certificado energético es un documento público.

Voy a alquilar un piso y me ha dicho el administrador de la comunidad que, si se ponen de acuerdo los copropietarios, se podría realizar un solo certificado de todo el bloque para que lo usáramos todos los propietarios si nos hiciera falta.

Es cierto. Cuando se venda una vivienda en un bloque se podrá optar por certificar únicamente la vivienda, haciendo mención expresa de su referencia catastral. O bien se podrá realizar el certificado de eficiencia energética del edificio completo, en el que constarán las referencias catastrales de todo el edificio. En este caso, todos los propietarios del edificio podrían utilizar el mismo certificado.

En el caso de locales comerciales en bruto (alquileres o ventas) o donde se va a producir un cambio de uso, están eximidos de la certificación energética.

En cuanto a la venta o alquiler de los locales comerciales en bruto, entendiendo incluido en este concepto a los locales que no son susceptibles de calificación, el vendedor no estará obligado a la realización del certificado de eficiencia energética. En el momento en que se acondicione el local y se haga el correspondiente proyecto de obra y actividad, éste deberá contener el certificado de eficiencia energética, por tratarse como obra nueva.

En el caso de locales comerciales existentes (alquileres o ventas) o donde se va a producir un cambio de uso, ¿están eximidos de la certificación energética.

Los locales en los que se vaya a producir un cambio de uso, éstos no están eximidos de la certificación energética, en el caso de venta o alquiler, salvo que se trate de una venta cuyo cambio de uso suponga una “reforma importante” por lo que estaría incluido en lo establecido en el artículo 2 apartado 2.f.

En las renovaciones de contratos de alquiler que se hayan suscritos con anterioridad al 1 de junio de 2013 en los que se mantiene el mismo arrendatario, ¿hay obligación de entregar certificado

Mientras el contrato de alquiler se renueve a un mismo arrendatario, no es necesario entregar el certificado de eficiencia energética.

Debe estar registrado el certificado de eficiencia energética de un edificio para tener validez legal

La validez del certificado se produce una vez firmado por el técnico competente, no obstante, según el artículo 5.6 del Real Decreto 235/2013, “el certificado de eficiencia energética del edificio debe presentarse, por el promotor, o propietario, en su caso, al órgano competente de la Comunidad Autónoma en materia de certificación energética de edificios, para el registro de estas certificaciones en su ámbito territorial”., Además de lo anterior, es preciso recordar que tanto el modelo de certificado aprobado como el de etiqueta deben contener el número de registro asignado por la Comunidad Autónoma.
La solicitud de presentación en el registro o ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma servirá provisionalmente como código de registro en tanto el órgano competente de la Comunidad Autónoma no facilite el número de registro oficial. Todo ello sin perjuicio de que la Comunidad Autónoma pueda establecer, en la normativa que desarrolle este Real Decreto, otras exigencias o requisitos al respecto.

En el momento de ofertar o publicitar un edificio o unidad del edificio dirigida a la venta o alquiler, es necesario disponer del certificado de eficiencia energética o bastaría con la calificación de eficiencia energética expresa en la etiqueta de eficiencia energética

Sí, es necesario disponer del certificado de eficiencia energética suscrito por el técnico competente y de la etiqueta de eficiencia energética.

Seguiremos informando puntualmente de las interpretaciones del IDAE sobre la normativa.

15.10.13

REFRIGERACIÓN POR ABSORCIÓN

Las primeras aplicaciones industriales de los principios termodinámicos de la absorción de un vapor por un líquido, con el fin de conseguir la refrigeración de otro líquido, datan de los primeros años 30.
La comercialización a mayor escala de plantas frigoríficas de absorción con ciclo Amoniaco-Agua comienzan en los 40 y la puesta en el mercado de las primeras plantas con ciclo agua-Bromuro de Litio tiene lugar a principio de los 50.
Los ciclos de absorción se basan físicamente en la capacidad que tienen algunas sustancias, tales como el agua y algunas sales como el Bromuro de Litio, para absorber, en fase líquida, vapores de otras sustancias tales como el Amoniaco y el agua, respectivamente.
FUNDAMENTOS FISICOS
A partir de este principio es posible concebir una máquina en la que se produce una evaporación con la consiguiente absorción de calor, que permite el enfriamiento de un fluido secundario en el intercambiador de calor que actúa como evaporador, para acto seguido recuperar el vapor producido disolviendo una solución salina o incorporándolo a una masa líquida. El resto de componentes e intercambiadores de calor que configuran una planta frigorífica de Absorción, se utilizan para transportar el vapor absorbido y regenerar el líquido correspondiente para que la evaporación se produzca de una manera continua.
En los ciclos de absorción hablamos siempre de agente absorbente, designando así a la sustancia que absorbe los vapores, y de agente refrigerante, o agente frigorífico, a la sustancia que se evapora y da lugar a una producción frigorífica aprovechable. Serían absorbentes el agua y la solución de Bromuro de Litio, y refrigerantes el Amoniaco y el agua destilada, en los ciclos de absorción Agua-Amoniaco y Bromuro de Litio-Agua, respectivamente.
Para conseguir una mejor compresión del funcionamiento de un ciclo de absorción, haremos una comparación entre este y un ciclo de refrigeración por compresión mecánica, de uso más extendido y, por tanto mas conocido a todos los niveles técnicos.
En un ciclo de compresión mecánica, los vapores del agente frigorígeno (como debe ser denominado) que se producen en el evaporador de la máquina dando lugar a la producción frigorífica, son aspirados por un compresor que ejerce las funciones de transportar el fluido y de elevar su nivel de entalpía. El vapor comprimido a alta presión y con un elevado nivel térmico se entrega a un intercambiador de calor, el condensador, para que ceda su energía a otro fluido, que no es utilizable para la producción frigorífica, y cambie de estado, pasando a ser líquido a alta presión y temperatura, y por lo tanto tampoco utilizable para la producción frigorífica. Este líquido relativamente caliente se fuerza a pasar a través de un dispositivo en el que deja parte de la energía que contiene, por fricción mecánica fundamentalmente, y a partir del cual entra en una zona del circuito frigorífico en la que la presión se mantiene sensiblemente mas baja, debido a que el compresor está aspirando de ella, que la presión de saturación que correspondería en el equilibrio a la temperatura a la que se encuentra el agente frigorígeno en estado líquido.
Este desequilibrio entre las presiones y temperaturas de saturación y las reales a las que el refrigerante se encuentra, origina la evaporación parcial del líquido, que toma el calor latente de cambio de estado de la masa del propio líquido, enfriándola hasta la temperatura de saturación que corresponde a la presión a la que se encuentra, punto en el que la evaporación se interrumpe. El refrigerante en estado líquido a baja temperatura entra en el evaporador, donde se evaporará, cerrando así el ciclo frigorífico.
En la máquina de absorción se produce un proceso similar: El refrigerante, agua o amoniaco, se evapora en el evaporador tomando el calor de cambio de estado del fluido que circula por el interior del haz tubular de este intercambiador. Los vapores producidos se absorben por el absorbente, agua o solución de bromuro de litio, en un proceso de disolución endotérmico que requiere de refrigeración externa para que la solución se mantenga en condiciones de temperatura correctas y no aumente la presión n la cámara en la que se produce la absorción y que se denomina Absorbedor. En este circuito de refrigeración externa se utilizan normalmente torres de refrigeración de agua de tipo abierto o cerrado.
El agua enfriada en la torre se hace circular a través del interior del haz tubular de otro intercambiador que se encuentra situado en el interior de la cámara del absorbedor y sobre el que se rocía el absorbente para facilitar el proceso de la absorción. La masa de absorbente conteniendo el refrigerante absorbido se transporta, mediante bombeo, hasta otro intercambiador de calor cuya función es separar el refrigerante del absorbente, por destilación del primero. Este intercambiador de calor se denomina Concentrador o Generador y es de tipo inundado. Por su haz tubular se hace circular el fluido caliente, normalmente agua o vapor de agua, que constituye la fuente principal de energía para el funcionamiento del ciclo de absorción, y que procede como efluente de cualquier tipo de proceso en el que se genere calor residual.
En el concentrador se produce la ebullición del refrigerante, que se separa del absorbente y que como consecuencia aumenta su concentración, en el caso de solución salina, o su pureza cuando se trata de agua, para que pueda ser utilizado de nuevo en el proceso de absorción. El FLUJO de absorbente vuelve al absorbedor siguiendo un camino mas o menos diferente según cada tipo de máquina, mientras que el flujo de vapores del refrigerante destilado en el concentrador pasa, por simple diferencia de presión, a otro intercambiador de calor por el interior de cuyo haz tubular circula agua procedente también de la torre de refrigeración, y que se denomina condensador porque alrededor de su haz tubular se produce la condensación de los vapores del agente frigorífico para volver al estado líquido.
El líquido obtenido en el condensador se canaliza hacia la cámara de evaporador, por gravedad y por diferencia de presión, ya que esta se encuentra a una presión inferior a la de la cámara del condensador. Cuando el líquido llega a la cámara del evaporador sufre un fenómeno idéntico al comentado en la descripción hecha del ciclo de compresión mecánica, y se evapora parcialmente, llevando la
temperatura de la masa del líquido a la temperatura de saturación que corresponde a la presión en la que la cámara del evaporador se encuentra. De esta forma, el líquido frío está en condiciones de tomar calor del fluido que circula por el interior del haz tubular del evaporador, hasta evaporarse, cerrando así su ciclo1.
Si comparamos ambos ciclos, comprenderemos que en el de absorción los intercambiadores de calor del Absorbedor y del Condensador, junto con la bomba o bombas que hacen la función de transporte del absorbente, equivalen a su trabajo al compresor del ciclo de compresión mecánica. Mientras que en el evaporador, condensador y dispositivo de expansión de las máquinas de absorción se desarrollan procesos similares, por no decir idénticos, a los que tienen lugar en sus homónimos del ciclo de compresión mecánica.
Sería válido referirse al Concentrador y Condensador de la máquina de absorción como Sector de Alta Presión, y al Absorvedor y Evaporador como Sector de Baja Presión, siguiendo la similitud con el ciclo de compresión mecánica.
AMBITO REGLAMENTARIO
Nuestra Reglamentación no hace referencias muy explícitas a las aplicaciones de plantas frigoríficas y sistemas de Absorción.
El anterior Reglamento de Instalaciones de Calefacción, Climatización y Agua Caliente Sanitaria, en su IT.IC, 11.4.3., establecía una relación simple de los componentes que debían incorporar las plantas de absorción, así como de los controles mínimos que deberían estar disponibles en cada equipo.
La IT.IC. 04.2.3., en su apartado d), se refería específicamente a los sistemas de absorción, autorizando su utilización exclusivamente cuando se dispusiera de una fuente de energía térmica gratuita o residual de carácter permanente o bien cuando no existiera posibilidad de utilización de energía eléctrica, o en casos excepcionales expresamente autorizados.
En todos los casos, las exigencias de rendimiento mínimo para instalaciones con equipos accionados térmicamente, según la tabla 4.5 de esta norma, eran del 48%, para equipos de concentrador calentado directamente por la combustión de combustibles líquidos o gaseosos, o del 68% para equipos con concentrador de calentamiento indirecto por vapor o agua caliente.
Valores bastante altos, sobre todo en este último caso.
Por su parte el actual R.I.T.E., es aún menos explícito, aunque preconiza las instalaciones de cogeneración, y todos aquellos sistemas que utilizan energías térmicas residuales, solo hace mención directa de los equipos de absorción en la ITE 04.11.3 e), en cuanto a la documentación exigible.
Tratándose de un reglamento específico para instalaciones destinadas al confort humano en la edificación, es lógico que el R.I.T.E. no se ocupe de las instalaciones de refrigeración por absorción con mayor detalle, dado que estas son de mayor interés en aplicaciones industriales y de proceso.
Tampoco hay actualmente ninguna Norma UNE específica para equipos de absorción, y los reglamentos de Recipientes a Presión y de Seguridad de Plantas e Instalaciones Frigoríficas, solo se refieren a estos con carácter general.
La normativa fuera de España es también bastante escasa, solo la norma ARI 560/1992 (Absorption water chilling and water heating packages), establece criterios de diseño y de aplicación para equipos de refrigeración por ciclos de absorción, así como para la realización de ensayos de prestaciones térmicas, esta norma es prácticamente la única específica de aplicación general para estos equipos.
En conclusión, no se puede decir que la reglamentación aplicable a la maquinaria frigorífica de absorción y a su utilización sea extensa, lo cual no es beneficioso, en absoluto, ya que la falta de definición en muchos aspectos dificulta, o cuando menos limita, la especificación de este tipo de sistemas salvo en aplicaciones en las que su efectividad económica es evidente.
CONSIDERACIONES SOBRE OPERACIÓN Y MANTENIMIENTO
Uno de los rasgos característicos de la maquinaria frigorífica de absorción ha sido siempre su hermeticidad y dificultad de comprensión para los operadores. Por principio, la necesidad de confinar sustancias de cierto riesgo como el Amoniaco, y de mantener depresiones relativas muy altas en su interior, para conseguir la evaporación de refrigerantes, tales como el agua, a temperaturas lo suficientemente bajas para hacerlas utilizables en procesos de refrigeración; recordemos que para que el agua se evapore a 5°C se requiere una presión absoluta de 870 Pa; condicionan un diseño mecánico muy robusto y hermético, que dificulta en buena medida la interpretación desde el exterior de lo que esta sucediendo en el interior de la máquina, durante su funcionamiento.
Por otra parte, los técnicos frigoristas que se encuentran por primera vez delante de una planta enfriadora por ciclo de absorción, por muy expertos que sean en el servicio de maquinaria de compresión mecánica de vapor, tardan bastante tiempo en comprender que la mayoría de los criterios de servicio y las “reglas del arte” válidas en la refrigeración “convencional”, no son de aplicación inmediata a las máquinas de absorción.
El comportamiento de los fluidos interiores de la máquina de absorción, refrigerante y absorbente, durante el proceso de funcionamiento del ciclo está directamente condicionado por la evolución energética de los fluidos exteriores a la máquina; agua a enfriar en el evaporador, agua de la torre de recuperación, y agua caliente o vapor aportado al concentrador. El equilibrio energético entre todos los intercambiadores de calor de la máquina es el que condiciona la estabilidad del ciclo.
A diferencia de cómo se comporta un ciclo de compresión mecánica en el que el trabajo del compresor es determinante, en un ciclo de absorción el equilibrio se consigue a partir de efectos puramente termodinámicos.
Esto también hace más compleja la comprensión del comportamiento de la máquina para los operadores, ya que esta se adapta en cada instante a las condiciones cambiantes de los circuitos exteriores, buscando el equilibrio, como un ser vivo se adapta a las condiciones del medio que le rodea.
Los americanos llaman a la máquina de absorción “the living machine”.
Además, la gran inercia térmica de las máquinas de absorción para adaptarse a las variaciones externas, debido fundamentalmente a su volumen y a las cantidades importantes de absorbente y refrigerante que contienen, son también inconvenientes para la buena comprensión de su respuesta en unas determinadas condiciones de estado.
Desde el punto de vista de su operación y mantenimiento, las máquinas de absorción requieren intervenciones específicas que no son de aplicación en otro tipo de circuitos frigoríficos. Por ejemplo: Es preciso efectuar mediciones periódicas del estado de pureza del agua y de las soluciones salinas, mediante la extracción de muestras y análisis de las mismas; el conocimiento de los niveles de concentración en las soluciones es imprescindible para determinar si el rendimiento instantáneo de un determinado equipo es o no correcto; la medición del nivel de vacío interior en una máquina es fundamental para comprender si la producción frigorífica sé esta llevando a cabo correctamente, etc. En el servicio de las máquina de absorción se utilizan útiles e instrumentos tales como bombas de trasiego, densímetros, vacuómetros y aditivos químicos que se aplican en otros equipos de refrigeración. Sin embargo no se utilizan manómetros frigoríficos que son de uso común en los circuitos de compresión mecánica.

José María CANO MARCOS

10.10.13

RECALCES

ANÁLISIS DE LA ESTABILIDAD DEL TERRENO ANTE LA EXCAVACIÓN. EXCAVACIONES Y BATACHES PRÓXIMOS A CIMENTACIONES. ESTABILIDAD DE TALUDES Y CIMIENTOS.
Talud sin carga en coronación.
- Modelo de Taylor.
Hcr = 3,85 Cu/γr⋅γ
siendo
Cu = Resistencia al corte sin drenaje
Cu =qu/2
γr= coef. seg.
γ= peso específico
γR = 1,5 (Situaciones persistentes o transitorias)
γR = 1,1 (Situaciones extraordinarias)


EXCAVACIONES Y BATACHES PRÓXIMOS A CIMENTACIONES
Talud al borde de una zapata corrida.
F = γR (coef. Seguridad)
γr = γ(Hcr - H)/C
siendo
Hcr = 3,85Cu/γr⋅γ


EXCAVACIONES Y BATACHES PRÓXIMOS A CIMENTACIONES
Talud de ángulo cualquiera próximo a una zapata corrida




EXCAVACIONES Y BATACHES PRÓXIMOS A CIMENTACIONES
Bataches de aproximación.
En función del parámetro N se define la proporción del batache B/H


Cimiento rígido
Hormigón armado y ladrillo macizo
N = γ H/Cu
H< 4m B<0,3m Cimiento flexible Mampostería y ladrillo normal N = γ H + aq/Cu a=0,8 piedra en seco a=0,6 mampostería a=0,4 hormigón pobre EXCAVACIONES Y BATACHES PRÓXIMOS A CIMENTACIONES
Talud al borde de una zapata aislada.


γr = γ (Hcr - H)/C
siendo
Hcr = 3,85Cu/γr γ
Solo en casos inevitables

EXCAVACIONES Y BATACHES PRÓXIMOS A CIMENTACIONES
Talud de ángulo cualquiera próximo a una zapata aislada.


DESCALCE PARCIAL DE UNA ZAPATA CORRIDA
En función del parámetro N se define la proporción del batache B/H.


Estabilidad de las paredes del batache
N = γH+αq/Cu
α = L/(L-B) cimientos rígidos
α = 1,4 cimientos semirrígidos
α = 1,8 cimientos flexibles
H < 4 m B < 30% L

Comprobación del puente formado por la zapata B’ = B + 2m
m = 0 cimientos flexibles sobre terreno muy rígido
m = 0,3 ÷ 0,5 casos intermedios
m = 1 cimientos rígidos
m = 1,50 cimientos rígidos sobre terreno blando
M = 1 q B´2/12 ⇒sct = M/W = 6 M/bh2 <= fct = 0,1 fch DESCALCE PARCIAL DE UNA ZAPATA AISLADA


En general poco recomendable
Es preciso un cuidadoso apuntalamiento
F = γ(Hcr - H)/C
siendo
Hcr = 3,85 Cu/Fγ
Recordar que qcr = P/(A.B)

JUAN PÉREZ VALCÁRCEL

4.10.13

TÉCNICAS BÁSICAS DE RECALCES

CAUSAS DE UN RECALCE
􀂉 Defecto de proyecto.
􀂉 Defecto de ejecución.
􀂉 Variaciones en el entorno.
- Excavaciones.
- Vibraciones
- Alteraciones del nivel freático.
Aumento
Disminución
􀂉 Alteraciones de la estructura.
- Incremento de plantas.
- Incremento de cargas por cambio de uso.
- Excavación de nuevos sótanos.
FASES DE UN RECALCE
􀂉 Refuerzo y apoyo provisional de la estructura, si se precisa.
􀂉 Transferencia de cargas de la cimentación primitiva al apoyo provisional.
􀂉 Análisis de la estabilidad del terreno ante la excavación.
􀂉 Construcción de la nueva cimentación.
􀂉 Transferencia de las cargas a la nueva cimentación.
REFUERZO Y APOYO PROVISIONAL
EDIFICIOS ANTIGUOS.
􀂉 Puede ser complejo y costoso.
􀂉 Puede exigir grandes operaciones auxiliares.
- Refuerzo de muros.
- Zunchado de columnas.
- Relleno o arriostrado de huecos.
EDIFICIOS MODERNOS.
􀂉 Apeos interiores.
􀂉 Apuntalamientos exteriores.


LAS ESTRUCTURAS AUXILIARES DE SUJECCIÓN EN LA EDIFICACIÓN
Sirven para sostener el edificio durante la ejecución de la obra, el refuerzo o el recalce.
Permiten trabajar en razonables condiciones de seguridad y evitar daños en la edificación colindante.
Precisan un diseño sumamente cuidadoso.
No pueden quedar sin estudio.
Problema principal
Deben ser capaces de sostener el edificio si falla el apoyo.
Dimensiones importantes.
Contrapeso.
TIPOLOGÍAS DE APEOS.
Apuntalamientos.
Apoyados en el terreno.
Con contrapeso.
Anclados.
Acodalamientos.
Acodalamiento entre edificios.
Acodalamiento entre edificio y terreno.
Apeos.
Con tornapuntas.
Con puntales.
Con vigas aguja.


TRANSFERENCIA DE CARGAS DE LA CIMENTACIÓN PRIMITIVA AL APOYO PROVISIONAL.
SISTEMAS DE TRASFERENCIA.
􀂉 Cuñas.
􀂉 Gatos hidráulicos.


CONSTRUCCIÓN DE LA NUEVA CIMENTACIÓN
􀂉 ESTABILIDAD DE LA EXCAVACIÓN.
Aproximación por bataches.
Aproximación por pozos.
􀂉 ESTABILIDAD DE LA ESTRUCTURA Y DEL CIMIENTO ANTIGUO.
El material más empleado es el hormigón.
Debe retirarse la madera de la entibación si no se afloja el terreno.
Algunos autores lo consideran innecesario: Las fibras de celulosa de la madera se petrifican y permanecen in situ.

JUAN PÉREZ VALCÁRCEL

3.10.13

FICHAS DE MEDICIONES: ESTRUCTURAS DE ACERO

ESTRUCTURAS DE ACERO
GENERALIDADES
Tipo ACERO:A-37 (b,c,d), A-42 (b,c,d), A-52 (b,c,d)
PERFILES
Laminados: IPN,IPE,UPN,HE, L,U
Huecos
Conformados en frío:
Omega, zeta, Placas: Ondulada, Grecada
UNIONES
Remaches
Tornillos
Ordinarios T
Calibrados TC
Alta resistencia
TR
Soldadura En taller, In situ
Tipo soldadura:
o A tope
o Cordones
o Ángulo
o Por puntos
Procedimiento:
􀂃 Soldeo eléctrico manual
􀂃 Soldeo elec. Automático
􀂃 Soldeo elec. Semiautomát.
􀂃 Soldeo elec. Por resistencia
NORMATIVA
Normas Basicas
􀂃 NBE-AE-88
􀂃 NBE-EA-95
􀂃 NCSE-94
Normas Tecnológicas
􀂃 NTE-EA(E,F,S,V)
􀂃 NTE-EC(G,S,T,V)
EUROCODIGOS
􀂃 Números 1,3,4,8
Como ocurre con la estructura de hormigón, se puede medir por elementos a peso (Kg.) o por superficie incluyendo soportes jácenas forjados zunchos etc.. o soluciones intermedias.
ELEMENTOS ACERO LAMINADO (Kg)
ELEMENTO:
􀂃 Pilares
􀂃 Vigas
􀂃 Viguetas
􀂃 Correas
􀂃 Cerchas
􀂃 Zancas escalera
􀂃 Placas/pletinas
Acero laminado en caliente A-42b
Tipo de perfil IPN,IPE,UPN,HE
Uniones: remaches, tornillos, soldaduras
Añadir según proceda: Imprimación con minio de plomo p.p. despuntes, herramientas y maquinaria Totalmente terminada según detalles documentación gráfica
FORJADOS (M2.)
UNIDIRECCIONALES
Incluso vigas en perfil de acero laminado A-42b
NERVOMETAL u otros particulares. En este caso definir características de la chapa.
Dimensiones:
Interejes
Luces
Canto
Tipo de perfil
Situación:
Horizontal
Inclinado
Bovedilla:
Poliestireno
Hormigón
Cerámica
Capa de compresión, espesor en cm. características hormigón (cuadro 1)
Cuantía de armadura kg/m2 características (cuadro 2)
Mallazo de reparto definir retícula y diámetro
Incluir:
p.p. de vuelos, zunchos etc….
Totalmente terminada según detalles documentación gráfica
Deducir huecos (por ejemplo > 1 m2.)
ESTRUCTURA METALICA EN EDIFICIOS
ESTRUCTURA METALICA EN NAVES

Incluso forjados vigas y soportes metálicos (M2.)
Carga total s/ forjado Luces pórticos Cuantía Kg/m2
Añadir mismo texto cuadros anteriores
Cerchas y pórticos metálicos (M2.)
Soportes y jácenas
Soportes y cerchas
Altura de la nave
Luces pórticos
Luces correas
Tipo de correas
Añadir mismo texto cuadros anteriores
ESTRUCTURAS ESPACIALES
Caso particular consultar los datos del fabricante sobre elementos, nudos etc….
OTROS ELEMENTOS ESTRUCTURALES
Sobre zapatas, muros etc
- Dimensiones y espesor de la placa
- Diámetros y longitud de esparragos/cachabas
- Incluso taladro central
PLACAS DE ANCLAJE
Acero laminado en caliente A-42b
Se puede medir:
- Kg. Acero
􀂃 Unidad
Sobre paramentos verticales de hormigón
- Dimensiones y espesor de la placa
- Sujeta con tornillos de alta resistencia
- Incluso taladro.
CARGADER0 ANGULAR
Cargadero angular
Otros
En algunos casos plegado o soldado a angular como rigidizador
Dimensiones y espesor (tipo angular)
Sujeción al forjado y laterales
Colocado y p.p. de pintura de protección
Chapa DINTEL hueco
PROTECCIÓN ESTRUCTURAS METALICAS
o Corrosión:
􀂃 Pinturas (imprimaciones+capas intermedias+acabado
􀂃 Galvanización.
o Fuego:
􀂃 Morteros proyectados
􀂃 Albañilería y revestimientos lisos
􀂃 Pinturas intumiscentes
CONTROL ACERO
o Nivel reducido
o Nivel normal.
CRITERIOS DE MEDICION
Sirven tanto para la estructura de hormigón como metálica.
Si vamos a medir por elementos, debemos tener definida y calculada la estructura para poder cuantificar con exactitud cada uno de los elementos que vamos a medir.
Si se va a medir de forma general por superficie, debemos tener en cuenta lo siguiente:
􀂃 El suelo de la P. Baja si es solera, no se mide como estructura, si es autoportante debe medirse aparte, suele apoyarse en muretes y no en pilares.
􀂃 Medir bien