31.1.13

PATOLOGÍA EN INSTALACIONES DE FONTANERÍA

Erosión de las tuberías debido a la corriente líquida
Estas erosiones son debidas a los arrastres de material por las altas velocidades y turbulencias del líquido en el interior de las tuberías. Las lesiones se manifiestan después de la curvatura y estrechamiento o ensanchamiento de los tubos donde suelen producirse adelgazamientos del material, que pueden ser causas de roturas. Después de los codos se producen altas velocidades y turbulencias en el agua que circula por el interior de los tubos. En estas superficies de choque, la capa de protección que se forma es arrastrada progresivamente dejando al descubierto el material primitivo, que se somete a una nueva oxidación. De esta manera se produce el adelgazamiento progresivo de las paredes del tubo y del mismo modo, se produce la erosión mecánica de la superficie del tubo.
Dependiendo del material distinguimos los siguientes casos:
Erosión en tubos de cobre: en todos los casos encontramos una superficie metálica lisa y brillante que sólo comienza a oxidarse al sacar el trozo de tubo defectuoso.


Erosión en tubos de acero galvanizado: en ellos se forma rápidamente una capa de óxido sobre la zona erosionada que inicialmente era brillante.


Roturas
Se producen en las tuberías exteriores al fallar la sujeción, normalmente por corrosión de los anclajes, lo que puede ocurrir por oxidación previa o, incluso, por par galvánico con el metal de la tubería. También puede fallar la unión del anclaje con la pared.
Grietas por tensión excesiva
Estas lesiones pueden estar provacadas por:
Tracción, cuando los movimientos de dilatación y contracción de los tubos se ven impedidos por sujeciones excesivamente rígidas; al contraer aparecen por tracción.
Esfuerzo cortante, cuando existan derivaciones perpendiculares a un ramal principal que dilata o contrae mientras aquella está rígidamente sujeta.
Punzonamiento, cuando los tubos pueden sufrir acciones mecánicas directas al estar bajo pavimentos sin protección suficiente.
Fisuras por fatiga en tubos de cobre y en sus accesorios
En los tubos de las instalaciones, aparecen a veces junto con los fenómenos de corrosión, erosiones y causas de lesiones puramente mecánicas. Es el caso de la formación de grietas por fatiga del material, debido al constante movimiento del tubo.
Corrosión
Saltar a: navegación, buscar En acometidas de agua con líquido a presión se produce la corrosión de tuberías metálicas a partir del agua que la contienen y se distinguen varios procesos:
Por inmersión, el más general, debido al contacto continuo de la tubería con el agua potable que debido a su alto contenido en oxígeno, facilita la aparición de corrosión al disolver los posibles depósitos de CO3Ca que aparecen en las paredes interiores de las tuberías. La lesión es continua y uniforme a lo largo de la tubería.


Por aireación diferencial, cuando algunos puntos del conducto tienen defectos de montaje (manguitos, bridas…) lo que facilita una mayor acumulación de oxígeno entre ellas.
Debido a un par galvánico, cuando existe contacto entre dos metales distintos. Suele ocurrir en uniones de tubos de hierro, o de acero galvanizado, con tubos de cobre, incluso aunque se introduzcan manguitos aislantes de plástico.


Debido a la presencia de algas y lodos orgánicos en el agua.


Agregación o depósito interno de materias extrañas
Saltar a: navegación, buscar Se producen por depósito de distintos materiales sobre las paredes interiores de las tuberías, que van reduciendo la sección de las mismas hasta agotarla. El depósito puede ser:
Depósito de carbonato cálcico (CO3Ca) como consecuencia de su aportación por “agua dura” y su acumulación sobre las paredes del conducto hasta su posible obstrucción.


Depósito de incrustaciones de óxidos metálicos de las propias tuberías (de hierro, de plomo o de cobre): producidas por la acción corrosiva del agua. En ocasiones el CO3Ca se mezcla con óxidos de hierro dándole un color característico que acaba apareciendo en lo grifos y manchando bañeras y lavabos, y que sirve como indicio del problema.
Humedades accidentales
Las humedades accidentales o transitorias pueden causar las siguientes lesiones:
Manchas de humedad en paredes y techos: destrucción de enlucidos, revocos y enfoscados.
Desprendimientos de partes dañadas por falta de adherencia: paramentos y cielos rasos con humedades.
Síntomas de disgregación superficial en morteros.
Saturación de la fábrica de ladrillo.
Aparición de eflorescencias por el transporte de sales desde el interior de los elementos lesionados a la superficie.
Putrefacción de la carpintería de madera.

28.1.13

COMO AHORRAR ENERGÍA CON LA DOMÓTICA (II)

Contribución de la domótica al ahorro y la eficiencia energética
El creciente consumo de energía y la limitación de los recursos energéticos generan efectos negativos en el medio ambiente que se reflejan en dos aspectos:
• Económico: los precios de la energía tienden a subir, por lo que un control del consumo energético incrementa significativamente el ahorro para el usuario.
• Ecológico: el usuario puede disminuir el impacto negativo sobre su entorno si disminuye su consumo de energía.
La domótica gestiona elementos de control que contribuyen al ahorro de agua, electricidad y combustibles (véase la figura 5.1), notándose sus efectos tanto en el aspecto económico (menos coste) como en el ecológico (menos consumo de energía).

FIGURA 5.1. La domótica gestiona elementos de control que contribuyen al ahorro

Cómo ahorrar electricidad
Iluminación
• Sistemas de iluminación eficientes: adaptan el nivel de iluminación en función de la variación de la luz solar, la zona de la casa o la presencia de personas, ajustándola a las necesidades de cada momento.
Por ejemplo, detectan la presencia de personas en zonas de paso, como los pasillos de la vivienda o de las zonas comunes de un edificio, y las iluminan sólo cuando es necesario.
• Control automático inteligente de toldos, persianas y cortinas de la vivienda: permite que se aproveche al máximo la luz solar.
• Control automático del encendido y apagado de todas las luces de la vivienda: permite evitar el dejarse luces encendidas al salir de casa.
• Control de forma automática del encendido y apagado de las luces exteriores en función de la luz solar.
Climatización
• Sistemas de regulación de la calefacción: adaptan la temperatura de la vivienda en función de la variación de la temperatura exterior, la hora del día, la zona de la casa o la presencia de personas.
• Control automático inteligente de toldos, persianas y cortinas de la vivienda: permite que se aproveche al máximo la energía solar.
Electrodomésticos
• Control o secuenciado de la puesta en marcha de electrodomésticos: programando su funcionamiento en horarios en los que el precio de la energía es menor.
• Detección y gestión del consumo “en espera” de los electrodomésticos.
• Programación de la desconexión de circuitos eléctricos no prioritarios –como por ejemplo, el del aire acondicionado–, antes de alcanzar la potencia contratada.
Cómo ahorrar combustibles
Climatización
• Sistemas de regulación de la calefacción: adaptan la temperatura de la vivienda en función de la variación de la temperatura exterior, la hora del día, la zona de la casa o la presencia de personas.
• Detección de la apertura y cierre de ventanas: avisan al usuario de si hay ventanas abiertas cuando está activada la climatización.
Fugas de gas
• Implantación de sistemas de control y regulación centralizados: permiten detectar y avisar en caso de averías como, por ejemplo, una fuga de gas, provocando un corte del suministro que evite los peligros que pudieran ocasionarse. Además, la domótica facilita una buena gestión del mantenimiento de las instalaciones, con el consecuente ahorro económico que esto supone.
La instalación de un sistema domótico que permita gestionar de forma inteligente la iluminación y la temperatura de una habitación de 20 m2 ubicada en un piso en Madrid con orientación sur, generará un ahorro energético del 26%.
Un aparato de aire acondicionado que esté funcionando a una temperatura de tan sólo un grado menos de lo necesario, aumenta el gasto de energía entre un 8% y un 10%.
Cómo ahorrar agua
Fugas de agua
• Sistemas de control y regulación centralizados: detectan si se produce una inundación, dan señal de aviso, y provocan un corte del suministro. Estos sistemas además aportan información sobre comportamientos anómalos.
Control del riego
• Control inteligente de riego: a través de un sensor de humedad o de lluvia, detecta la humedad del suelo y de forma autónoma riega sólo cuando es necesario.
Reciclaje de aguas grises
• Sistemas de medición de la calidad del agua: facilitan la gestión del reciclaje de aguas grises.
Griferías inteligentes
• Grifos inteligentes: gestionan el caudal y la temperatura del agua.
Un grifo inteligente que regula y elimina el agua transitoria, permite ahorrar hasta un 25% más de agua que si se utiliza un grifo monomando.
El consumo de agua por habitante al día se estima en 171 l. El simple goteo de un grifo del lavabo supone una pérdida de 100 l/mes de agua.
Además, cualquier tipo de ahorro de agua aunque no se trate de agua caliente, conlleva un ahorro energético, ya que el agua es impulsada hacia nuestras viviendas mediante bombas eléctricas que consumen energía.
La importancia de monitorizar el consumo energético en el hogar
En la actualidad, los sistemas domóticos ofrecen una gran variedad de funcionalidades orientadas a monitorizar el consumo de agua, de combustibles y el consumo eléctrico de todos los sistemas de la vivienda: electrodomésticos, iluminación, sistemas de comunicaciones, refrigeración y/o calefacción, etc. Esto permite hacer una gestión personalizada del consumo (consumo por franjas horarias, diario, mensual, etc.), así como detectar malos funcionamientos de los equipos del hogar.
La información obtenida permite optimizar el ahorro energético en el futuro y corregir las pautas de comportamiento.
Monitorizar la calidad del suministro eléctrico permite, además, notificar remotamente la información al suministrador de electricidad, mejorando así el funcionamiento global del sistema de distribución eléctrica para ajustar con más exactitud los patrones de producción a los hábitos de consumo.
En aquellos inmuebles en los que se disponen de sistemas de generación
de electricidad por energía solar fotovoltaica u otros sistemas (microgeneradores, aerogeneradores, etc.), se puede monitorizar y gestionar la producción de electricidad. El usuario podrá saber en cada momento cuánta energía se está inyectando en la red y podrá obtener informes diarios, semanales y mensuales, que le permitirán incluso realizar la gestión económica de los ingresos que se obtienen mediante la venta de la energía. Esta misma información resulta de gran utilidad también para la empresa compradora de la energía, no sólo a efectos de facturación, sino también para poder prever la energía inyectada en red por los pequeños productores y planificar la producción basada en otras fuentes de energía que debe realizar (por franjas horarias, estaciones, etc.).
Un caso práctico de ahorro energético en una vivienda con domótica
Pongamos como ejemplo una vivienda de dos plantas de 130 m2, situada en la provincia de Guadalajara, habitada por una familia compuesta por tres miembros, con una potencia contratada de 5,7 kW, un consumo anual de 4 500 kWh, y un coste energético anual de 550 €, cuya distribución energética es de un 39% en calefacción, 27% de agua caliente, 12% en electrodomésticos, 11% en la cocina, 9% en iluminación, y un 2% en aire acondicionado.
La comparamos con una vivienda de iguales características en la que se ha realizado una instalación domótica que permite la gestión eficiente de la energía, incorporando un control de la calefacción y/o aire acondicionado de forma zonificada, teniendo en cuenta la ocupación de la vivienda, y manteniendo unos niveles óptimos de confort y bajo consumo. El sistema controla las luces de forma inteligente, tiene en cuenta la luz exterior y la ocupación, y hace uso de la monitorización de persianas como un elemento de gestión energética y lumínica. Además, detecta y elimina consumos latentes, gastos eléctricos provocados por olvidos, fallos y averías por sobrecargas en la instalación eléctrica.
Tras un año de mediciones, considerando los climas de todas las estaciones, se produce el ahorro eléctrico que muestra la figura 7.1.

FIGURA 7.1. Ahorro eléctrico después de un año con un sistema domótico instalado

En qué tipo de vivienda puede instalarse un sistema domótico
Actualmente, existen en el mercado diversos sistemas domóticos fácilmente instalables en cualquier tipo de vivienda: protección oficial, libre, ya construida, de nueva construcción, unifamiliares aisladas, adosadas o en bloque.
La domótica pone la tecnología a su servicio. En función de los requerimientos de cada proyecto, se aplicará una solución a medida que satisfaga las necesidades del hogar y se adapte al modo de vida del usuario.
A quién acudir para instalar domótica en su vivienda
Si desea instalar domótica en su vivienda, debe acudir a un integrador y/o instalador que, basándose en su conocimiento de los diferentes productos que hay en el mercado, le aconsejará sobre la opción que más se adapte a sus requerimientos.
CEDOM es la única asociación a nivel nacional que reúne a todos los agentes del sector de la domótica en España (fabricantes de productos domóticos, fabricantes de sistemas, instaladores, integradores, arquitecturas e ingenierías, centros de formación, universidades, centros tecnológicos, etc.).
Esta integración nos permite dar a conocer con total neutralidad qué solución es la más adecuada en función de los requerimientos del proyecto, independientemente de la tecnología, los tipos de productos o las empresas. Para ello, se analiza el escenario, las necesidades y las posibilidades de cada cliente, escogiendo el sistema domótico que posea las características que mejor se adapten. Actualmente, el mercado domótico ofrece un amplio abanico de posibilidades que facilita esta labor.
En el apartado de asociados de la web de CEDOM (www.cedom.es) podrá encontrar los datos de contacto de todas las empresas que forman parte de nuestra asociación y seleccionarlas por tipo de actividad. También podrá encontrar los datos de todos los instaladores que son colaboradores profesionales de CEDOM.
Son instaladores de domótica aquellos instaladores eléctricos con el Certificado de Instalador Autorizado en Baja Tensión con categoría Especialista (IBTE), que pueden realizar, mantener y reparar instalaciones de sistemas de automatización, gestión técnica de la energía y seguridad para viviendas y edificios –de acuerdo con la instrucción ITC-BT-03 del Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (REBT)–.
Desde CEDOM, queremos recomendarle que la instalación se realice siguiendo las prescripciones de la especificación de AENOR EA0026:2006
Instalaciones de sistemas domóticos en viviendas. Prescripciones generales de instalación y evaluación. Este documento, consensuado por un amplio panel de expertos, establece unas directrices que determinan los requisitos que debe cumplir una instalación domótica y su aplicación garantiza el uso de las buenas prácticas en el sector.
Tras la puesta en marcha de la instalación, deberá recibir un manual de usuario con las instrucciones para el correcto uso y mantenimiento de la instalación. Un buen mantenimiento garantizará tanto la disponibilidad y confiabilidad de las funciones empleadas en el sistema, como el cumplimiento de los requisitos del sistema de calidad y las normas de seguridad y medio ambiente.

23.1.13

COMO AHORRAR ENERGÍA CON LA DOMÓTICA

Introducción
La domótica controla y automatiza la gestión inteligente de la vivienda. Aporta confort, comunicación y seguridad, además de gestionar eficiente-mente el uso de la energía, favoreciendo el ahorro de agua, electricidad y combustibles.
Mediante la incorporación de sistemas domóticos en su hogar, podrá gestionar inteligentemente la iluminación, climatización, agua caliente sanitaria, el riego, los electrodomésticos, etc., aprovechando mejor los recursos naturales, utilizando las tarifas horarias de menor coste, y de esta manera reducir su factura energética mientras gana en confort y seguridad (véase la figura I.1).

FIGURA I.1. Los sistemas domóticos ayudan a ahorrar electricidad, combustibles y agua

Además, mediante el uso de un sistema de monitorización de consumos, podrá ser consciente del consumo energético de su hogar. Esta funcionalidad de la domótica le aportará la información necesaria para modificar sus hábitos e incrementar su ahorro y eficiencia.
Con esta guía, la Asociación Española de Domótica (CEDOM) quiere darle a conocer la contribución de la domótica al ahorro de energía y fomentar el consumo responsable de la misma entre los ciudadanos.
Desde un punto de vista social, el ahorro y la eficiencia energética no sólo aseguran el abastecimiento energético y mejoran el medio ambiente, sino que también ayudan a incrementar la competitividad del sector industrial, beneficiando el aumento del Producto Interior Bruto del país.
A lo largo de los diferentes apartados que componen esta guía le informaremos sobre cuál es el consumo energético doméstico en España, y qué coste anual supone para una familia media. Asimismo, usted descubrirá cómo la domótica puede ayudarle a ahorrar energía y dinero, mientras gana en confort y seguridad. Por último, le proporcionaremos las referencias necesarias para que sepa a quién debe dirigirse si desea instalar un sistema domótico.
1. El consumo energético doméstico en España
Según los datos que aparecen en la Guía práctica de la energía. Consumo eficiente y responsable, publicada en el 2007 por el IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía), los españoles cada vez consumimos más energía. A nivel mundial, al ritmo actual, sólo se tardarán 35 años en duplicar el consumo de energía y menos de 55 años en triplicarlo.
El consumo de energía de las familias españolas supone ya un 30% del
consumo total de energía del país, repartiéndose casi a partes iguales entre el coche privado y la vivienda (el 18% corresponde al consumo doméstico). Cada hogar es responsable de producir hasta 5 toneladas de CO2 anuales.
Las familias españolas, con sus pautas de comportamiento, son decisivas para conseguir que los recursos energéticos se utilicen eficientemente. El potencial total de ahorro de energía en las viviendas para 2020 está calculado en un 27% según el Plan de Acción para la Eficiencia Energética (2007-2012) del IDAE.
En cuanto al consumo eléctrico, un hogar medio consume unos 4 000 kWh al año. Suponiendo que en un hogar el único suministro de energía fuera la electricidad, el consumo quedaría repartido según se explica en la figura 1.1.

FIGURA 1.1. Reparto del consumo eléctrico doméstico –datos correspondientes al año 2005–

2. El coste del consumo energético de los hogares españoles
Además de la necesidad de reducir el consumo de energía para contribuir a la disminución de la contaminación, se debe tener en cuenta el factor económico. El coste del consumo energético de los hogares españoles para una familia supone al año unos 900 €, distribuidos según se explica en la figura 2.1.

FIGURA 2.1. Consumo energético de un hogar español (euros/año) –datos correspondientes al año 2005–

España importa el 75% de la energía primaria que consume, frente al 50% de media de la UE 1. Un menor consumo implicaría reducir la dependencia energética de España respecto al exterior.
Los precios de la electricidad, el agua, y los combustibles como el gas natural evolucionan con una tendencia alcista como consecuencia del carácter perecedero de las energías no renovables y el imparable incremento de la intensidad energética (indicador que relaciona el consumo de energía y el Producto Interior Bruto). En los últimos 5 años el precio del gas y la electricidad han aumentado en torno a un 15% (véase la figura 2.2).

FIGURA 2.2. Evolución del precio del gas y la electricidad

3. La domótica hoy
La esperanza de vida se ha incrementado, con el consecuente envejecimiento de la población y el aumento de “jóvenes” inactivos (población de 55 a 65 años). Las estructuras familiares están cambiando, el teletrabajo y la enseñanza on-line son cada vez más habituales, además están surgiendo nuevas necesidades de comunicación, así como de incremento de la seguridad de personas y bienes.
L a domótica permite dar respuesta a los requerimientos que plantean estos cambios sociales y las nuevas tendencias de nuestra forma de vida, facilitando el diseño de casas y hogares más humanos, más personales, polifuncionales y flexibles.
El sector de la domótica ha evolucionado considerablemente en los últimos años, y en la actualidad ofrece una oferta más consolidada. Hoy en día, la domótica aporta soluciones dirigidas a todo tipo de viviendas, incluidas las construcciones de vivienda oficial protegida. Además, se ofrecen más funcionalidades por menos dinero, más variedad de producto, y gracias a la evolución tecnológica, son más fáciles de usar y de instalar. En definitiva, la oferta es mejor y de mayor calidad, y su utilización es ahora más intuitiva y perfectamente manejable por cualquier usuario. Paralelamente, los instaladores de domótica han incrementado su nivel de formación y los modelos de implantación se han perfeccionado. Asimismo, los servicios posventa garantizan el perfecto mantenimiento de todos los sistemas.
En definitiva, la domótica de hoy contribuye a aumentar la calidad de vida, hace más versátil la distribución de la casa, cambia las condiciones ambientales creando diferentes escenas predefinidas, y consigue que la vivienda sea más funcional al permitir desarrollar facetas domésticas, profesionales, y de ocio bajo un mismo techo. Todo ello hace que se aproveche más el tiempo que pasamos en casa, que hoy día tiende a ser cada vez menor.
4.La domótica aporta calidad de vida
La domótica facilita la gestión integrada de los diferentes dispositivos delhogar: la iluminación, los toldos y persianas, la calefacción, el aire acon-dicionado, los sistemas de riego, los sistemas de seguridad, etc.Mediante una consola portátil o incluso con el mando de la televisión,podrá controlar todo el sistema domótico cómodamente desde su sofá. O silo prefiere, también podrá hacerlo desde el ordenador de su oficina a travésde Internet, o desde la entrada de su casa con el vídeoportero, o desdecualquier lugar con su móvil o portátil.Además, la domótica actúa de forma inteligente ya que permite programardiferentes escenarios que se ajusten a sus necesidades (véase la figura 4.1).

vidaFIGURA4.1.Interacción entre el usuario y el sistema domótico

21.1.13

REUNIONES DE COORDINACIÓN

LA REUNIÓN DE COORDINACIÓN
Las reuniones de coordinación son la parte fundamental de la actividad del coordinador, en las que tiene que documentar su actividad, cumpliendo las obligaciones establecidas en el RD 1627/97. los puntos que se plantean en las fichas siguientes son a modo de guión abierto, que deberá adaptarse a la tipología y situaciones específicas de cada obra.
Ante cualquier posible modificación de una fase de obra, deberá verificar que se mantienen las previsiones contenidas en el Plan de seguridad y que las modificaciones se van a realizar con las condiciones preventivas más favorables, teniendo en cuenta los principios de prevención, y que no afectarán al planing previsto por coincidencia de actividades.
Antes del inicio de cada fase se deberían repasar las previsiones del Plan de seguridad para asegurarse que se han asimilado por cada una de las empresas y que se van a llevar a cabo de manera coherente cada una de las fases. A modo de índice general, se establece un mínimo de actas de reunión de coordinación que deberían realizarse antes de las fases de ejecución claves para la seguridad de la obra y los posibles temas a tratar, habida cuenta de la necesaria adaptación que deberán tener a la obra
Los objetivos de la reunión se centrarán en:
· Verificar que se cumplen las acciones y funciones de control de la aplicación correcta de los métodos de trabajo.
· Verificar y supervisar que el procedimiento propuesto por el contratista para el control de acceso a la obra se desarrolla correctamente y según lo previsto.
· Verificar que las diferentes empresas realizan sus actividades según la planificación prevista y que no se producen solapes o interferencias que introducen o agravan riesgos.
· Posibles modificaciones de tajos.
· Previsiones del Plan de Seguridad según la fase de obra a iniciar.
Instrucciones al documento de Reunión de Coordinación:
Las reuniones de coordinación son la parte fundamental de la actividad del coordinador, en las que tiene que documentar su actividad, cumpliendo las obligaciones establecidas en el RD 1627/97. los puntos que se plantean son a modo de guión abierto, que deberá adaptarse a la tipología y situaciones específicas de cada obra.
(1). Ante cualquier posible modificación de una fase de obra, deberá verificar que se mantienen las previsiones contenidas en el Plan de seguridad y que las modificaciones se van a realizar con las condiciones preventivas más favorables, teniendo en cuenta los principios de prevención, y que no afectarán al planing previsto por coincidencia de actividades.
(2). Antes del inicio de cada fase se deberían repasar las previsiones del Plan de seguridad para asegurarse que se han asimilado por cada una de las empresas y que se van a llevar a cabo de manera coherente cada una de las fases. A modo de índice general, se establece un mínimo de actas de reunión de coordinación que deberían realizarse antes de las fases de ejecución claves para la seguridad de la obra y los posibles temas a tratar, habida cuenta de la necesaria adaptación que deberán tener a la obra.
Modelos de reunión de coordinación
En las fichas siguientes, se propone un modelo de acta para cada una de las fases de obra más significativas, exponiendo los asuntos más relevantes a tratar. Los modelos propuestos corresponden a:
- Reunión al inicio de las obras.
- Instalación eléctrica de obra.
- Reunión previa a la excavación.
- Reunión previa a la estructura.
- Reunión previa a la cubierta.
- Reunión previa a la albañilería.
- Reunión previa acabados interiores albañilería.
- Reunión previa acabados exteriores fachadas.
- Reunión previa inicio instalaciones.
- Reunión previa al montaje de andamios.
- Paralización temporal de las obras.
LA REUNIÓN DE COORDINACIÓN: REUNIÓN PREVIA AL INICIO DE LAS OBRAS
Identificación de la obra:
Asistentes: Promotor
Coordinador de Seguridad
Contratista/s, con su Recurso Preventivo.
Subcontratistas: (si los hay).
Temas a tratar:
· Comprobación de que se dispone de la documentación relativa a la información a la Autoridad laboral:
o Aviso previo actualizado con las empresas participantes.
o Apertura del centro de trabajo de los contratistas.
· Se dispone de los correspondientes Planes de Seguridad redactados por el/los Contratistas.
· Análisis del entorno:
o Sistemas de protección a terceros (edificios colindantes, transeúntes, etc.).
o Riesgos derivados del entorno.
· Nombramiento, por parte del/los contratistas, de los recursos preventivos a pie de obra (persona física con formación en seguridad a nivel básico).
· Comprobación de que se dispone de los medios de protección colectiva previstos para los trabajos que se van a iniciar y que éstos son coherentes con el contenido del Plan de Seguridad.
· Disponibilidad y ubicación de los servicios provisionales de la obra previstos en el Plan.
· Acometida eléctrica provisional, cuando proceda: ubicación cuadro general, protecciones y toma de tierra.
· Cerramiento, señalización y control de accesos de la obra.
· Se identificarán los asistentes con nombres y apellidos, cargo en la empresa que representan y NIF.
LA REUNIÓN DE COORDINACIÓN: INSTALACIÓN ELÉCTRICA DE OBRA
La instalación eléctrica de obra, es un tema que no tiene cabida en una reunión de coordinación específica para ello, pero requerirá su tratamiento al inicio de la obra y su control en repetidas ocasiones durante el transcurso de la misma. Por ello, pasamos a resumir los principales aspectos que deben tenerse en cuenta en toda instalación eléctrica de obra:
La instalación eléctrica de obra está regulada por la ITC-BT-33, Instalaciones provisionales y temporales de obra.
Cuadros de obra:
· Cumplirán la norma UNE-EN 60.439-4 y deben disponer de una placa con el Marcado CE. Pueden ser de varios tipos:
o CO de distribución general (corriente asignada IN >_ 630)
o Situado después del conjunto de conexión y medida. De él salen los circuitos que alimentan las diferentes partes de la obra.
o Dispondrá de un sistema de separación (con bloqueo optativo) que debe permitir su bloqueo en posición abierta.
o El cable de llegada se conectará exclusivamente mediante bornes.
o Cada circuito de salida deberá disponer de dispositivo para la separación; dispositivo para el corte en carga y protección contra sobreintensidades y protección contra contactos indirectos (diferenciales) o CO de distribución (corriente asignada 125 < IN 630).
o Situado al final de los circuitos de un cuadro de distribución general.
o Dispondrá de un sistema de separación (con bloqueo optativo) que debe permitir su bloqueo en posición abierta.
o El cable de llegada se conectará exclusivamente mediante bornes.
o Cada circuito de salida podrá conectarse mediante bornes o tomas de corriente y deberá disponer de dispositivo para la separación; dispositivo
para el corte en carga y protección contra sobreintensid ades y protección contra contactos indirectos (diferenciales)
o CO terminal de alimentación (corriente asignada IN < 125).
o Situado al final de los circuitos de un cuadro de distribución.
o Permite conectar instrumentos portátiles y otros equipos de obra.
o El cable de llegada se conectará mediante bornes o tomas móviles.
o Los circuitos de salida podrán conectarse mediante bornes o mediante zócalos de tomas de corriente equipados con: dispositivos de corte en carga y protección contra sobreintensidades; dispositivos de separación (con bloqueo optativo) y protección contra contactos indirectos (diferenciales 30 mA)
o CO de tomas de corriente (corriente asignada IN < 63).
o Puede ser móvil o transportable.
o La llegada se realizará mediante cable flexible fijo con enchufe o dispositivo de conexión.
o Los cables de salida deben conectarse exclusivamente mediante zócalos de tomas de corriente, cada uno de los cuales debe tener su propia protección contra las sobrecargas.
Todos los cuadros de obra así como las bases de tomas de corriente deben tener un grado de protección mínimo IP 45, no estando permitidas las bases denominadas Schuko domésticas.
La protección diferencial de las bases de toma de corriente será mediante dispositivos de corriente diferencial residual asignada máxima de 30 mA.
Cuando una máquina se conecte directamente a un CO, su protección diferencial no tiene que ser la exigible para una base de toma de corriente. Por ejemplo, en una grúa, el diferencial podrá ser de hasta 300 mA según ITC MIE-AEM2.
El cuadro principal deberá disponer de paro de emergencia (seta de emergencia) permite cortar la corriente de todo el conjunto de forma inmediata.
En cuanto a la iluminación de la obra, debe preverse el alumbrado de las zonas de tránsito, así como el alumbrado de seguridad de aquellas zonas que impliquen vías de evacuación.

PUENTES TÉRMICOS

Evaluación práctica de puentes termicos
Criterios y objetivos de la evaluación de puentes térmicos
Los puentes térmicos deben evitarse en la medida de lo posible, pero algunos de ellos serán casi inevitables (por ejemplo balcones, los alfeizares de las ventanas, voladizos, etc.).
Por tanto es lógico limitar el efecto desfavorable de las pérdidas de calor y el riesgo de condensaciones a límites aceptables.
Ciertos puentes térmicos pueden evitarse en la fase de diseño de los edificios, ya sean de nueva planta u obras de restauración.
Aquellos que sean inevitables o los que ya existan en edificios existentes, deben construirse o tratarse de la siguiente manera:
􀂃 que el impacto de energía sea bajo, es decir, que el valor global de U del elemento constructivo (incluido el efecto del puente térmico) sea menor que un cierto valor máximo (exigido por ejemplo por la normativa nacional) y/o que el efecto del puente térmico no suponga más de un porcentaje dado del total de la pérdida de calor a través del elemento constructivo;
􀂃 que el riesgo de condensaciones sea mínimo, es decir, que el factor de temperatura sea superior al valor crítico (éste valor debería determinarse a nivel nacional) Por tanto, el primer objetivo de la evaluación de puentes térmicos es determinar la evolución de la temperatura en el elemento edificatorio y, más específicamente, la temperatura superficial en la cara interna del elemento, que controla el riesgo de condensaciones superficiales y la formación de moho.
Secundariamente, se evaluará también para la pérdida de calor extra que produce la existencia de puentes térmicos en el elemento edificatorio. Este se realiza mediante el cálculo de la transmitancia térmica lineal (Ψ para elementos del edificio bidimensionales) o transmitancia térmica puntual (χ para elementos del edificio tridimensionales), que evalúan la pérdida de calor a través del elemento, incluyendo el efecto de puente térmico, menos la pérdida de calor sin el efecto de puente térmico.
Evaluación experimental de puentes térmicos
Ensayos de laboratorio
La evaluación de la pérdida de calor y la determinación de la transmitancia térmica lineal o puntual del puente térmico, puede ser ensayada experimentalmente en laboratorio. Esto puede hacerse usando métodos de ensayos normalizados en dos elementos del edificio idénticos, uno con y otro sin puente térmico.
Está claro que la aplicación del método está limitada a aquellos elementos del edificio que puedan ser ensayados bajo estas circunstancias -con o sin un puente térmico-, como por ejemplo perforaciones metálicas en paredes térmicamente aisladas.
La evaluación del factor de temperatura es posible en condiciones de laboratorio mediante la medición de la temperatura ambiente y de las temperaturas superficiales en ambas caras del cerramiento en condiciones de estado fijas. El grado de precisión, sin embargo, es bastante incierto porque los valores de hi y he, que tienen un efecto importante en el resultado final, no son conocidos.
Ensayos in situ
Los ensayos in situ pueden evaluar solamente la temperatura ambiente y las temperaturas de la superficie de las dos caras del elemento edificatorio. Sin embargo a causa de la evolución del clima interior y exterior (temperatura, humedad, aire o velocidad del viento), las temperaturas fluctuarán. Bajo estas circunstancias, sólo se pueden obtener resultados significativos a partir de medidas tomadas a largo plazo, en las cuales el factor de temperatura húmeda obtenido tiene que ser interpretado con cuidado.
Para una correcta interpretación de los resultados deberían seguirse las siguientes líneas que se resumen a continuación:
􀂃 clima exterior: la temperatura y el grado de humedad del ambiente exterior se deben medir durante periodos mínimos de un mes; si no se toman medidas in situ, se pueden tomar como datos de entrada la temperatura exterior y la humedad relativa de la estación climática más próxima;
􀂃 clima interior: las mediciones y cálculos relativos al clima interior son los siguientes:
o una medición continua de la temperatura y la humedad relativa por un periodo mínimo de un mes durante la estación de calefacción (preferentemente otoño);
o un cálculo de la temperatura interior húmeda diaria, semanal y mensual y de la diferencia entre las presiones interior y exterior.
􀂃 factor de temperatura: al igual que las temperaturas interiores y exteriores, la temperatura superficial debe medirse en algunos puntos críticos y relevantes de la superficie interior durante un periodo mínimo de al menos dos semanas; si esta medida no fuera posible, el cálculo por ordenador puede dar los resultados necesarios.
Métodos disponibles y precisión esperada para el cálculo de Ψ
La evaluación experimental de los puentes térmicos (en laboratorio o in situ) es costoso y laborioso y sólo se aplica a proyectos importantes o para validar cálculos informáticos de simulación. Las investigaciones han revelado además que para detalles constructivos sin cavidades, las diferencias entre los resultados de los cálculos numéricos y los ensayos es insignificante.
Por tanto, la evaluación de puentes térmicos puede realizarse con la ayuda de métodos numéricos basados en cálculos bi-dimensionales o tri-dimensionales de transferencia de calor, que en los últimos años ha evolucionado enormemente.
Cuando se selecciona un método particular, su precisión deberá reflejar la exactitud requerida para el cálculo de la pérdida de calor total, teniendo en cuenta las longitudes de los puentes térmicos lineales.
Se podrían establecer los siguientes métodos con sus respectivos márgenes de error:
􀂃 método numérico (5%)
􀂃 catálogo de soluciones aceptadas (20%)
􀂃 manual de cálculo (20%)
􀂃 valores por defecto (0%-50%)
Cuando los detalles no están aún diseñados pero está definido el tamaño y la forma principal de edificio, de tal forma que las áreas de los diferentes elementos de la envolvente edificatoria, tales como cubiertas, paredes, suelos, son conocidos sólo se puede hacer una estimación grosera de las contribuciones de los puentes térmicos sobre el total de la pérdida de calor. Esta estimación burda se puede realizar utilizando los valores por defecto de transmitacia térmica lineal Ψ.
Cuando en un estado posterior se llegan a conocer a grandes rasgos los detalles, los valores Ψ se podrán obtener con mayor exactitud para cada puente térmico lineal al comparar el particular detalle con la solución aceptada del catálogo que mejor se adapte.
Cuando se conozcan todos los detalles, podrán utilizarse todos los métodos para determinar Ψ, incluyendo los cálculos numéricos los cuales dan valores más precisos para Ψ.
Catálogos de puentes térmicos
Las soluciones constructivas de los catálogos de puentes térmicos se determinan a partir de unos parámetros fijos (por ejemplo materiales y dimensiones) por lo que son menos precisos que los cálculos numéricos.
En general, los ejemplos que se dan en estos catálogos no son exactamente igual que el detalle real a considerar, y así al aplicar el valor de Ψ específico del detalle del catálogo, introducimos una exactitud con relación al detalle real. No obstante, se puede utilizar el valor de Ψ dado por el catálogo siempre que las dimensiones y las propiedades térmicas del ejemplo del catálogo bien sean similares o menos favorables que a las del detalle considerado.
El catálogo deberá contener:
a) guía clara de cómo los valores de Ψ derivan de los valores dados por el catálogo;
b) dimensiones del detalle y valores de la transmitancia térmica de las partes térmicamente homogéneas del detalle;
c) las resistencias de la superficie interna y externa que se utilizan para los cálculos de los valores dados en el catálogo.

Figura 9. Ejemplo de catálogo, soluciones constructivas de dinteles de ventana en función de la situación del aislante en el cerramiento (Catálogo británico “Limiting thermal bridging and air leakage: Robust construction details for dwellings and similar buildings” Departament for Environment, Food&Rural Affairs DEFRA, Transport Local Govermente Regions DTLR)

Cuando los detalles del puente térmico aún no están plenamente realizados, los catálogos aportan ejemplos útiles para diseñarlos. No obstante, los catálogos más flexibles utilizan bases de datos, donde se pueden variar las dimensiones y los materiales. En estos catálogos la exactitud dependerá del cálculo numérico.
El catálogo debería suministrar preferentemente información de las variaciones de la transmitancia térmica lineal en función de las conductividades térmicas o de las dimensiones de los componentes del puente térmico. Esto podría hacerse mediante coeficientes tabulados.
Manual de cálculos
Existe una gran variedad de manuales de métodos de cálculo, con la intención de ser utilizados en calculadoras manuales o en un programa de ordenador. Sin embargo no se puede dar una indicación general de exactitud para estos métodos porque la mayoría de los métodos de cálculo se aplican solamente para un tipo específico de puente térmico (por ejemplo, construcciones con placas metálicas). Así pues, para un caso específico, un manual de cálculo en particular puede ser muy exacto pero fuera de este caso puede ser muy inexacto.
El manual de cálculo deberá contener:
a) detalles de los tipos de construcción a los cuales se aplica;
b) límites dimensionales para los cuales el método es válido;
c) límites de la conductividad térmica de los materiales utilizados;
d) valores de la resistencia superficial para ser utilizada;
e) estimación de la exactitud (por ejemplo, error máximo).
Valores por defecto de acuerdo con la norma EN ISO 14683
Este capítulo contiene valores por defecto de para unos 50 puentes térmicos lineales, algunos de ellos se encuentran muy fácilmente en edificación. Estos valores pueden utilizarse o bien cuando no hay detalles disponibles para el puente térmico en particular, o cuando no se requiere de un valor exacto para la evaluación total de la pérdida de calor y es suficiente con una estimación aproximada. Estos valores por defecto se han obtenido con la ayuda de cálculos numéricos y se basan en el modelo numérico bidimensional de acuerdo con la norma EN ISO 10211-2. Están estimados prudentemente a partir de parámetros que están siempre al lado de la seguridad.
Estas tablas se presentan con una serie de dibujos esquemáticos del puente térmico y su valor de Ψ. Para cada tipo de puente térmico se simulan cuatro situaciones, dependiendo de la situación del aislante térmico, la capa con mayor resistencia térmica:
􀂃 en la capa exterior,
􀂃 en la cara interior,
􀂃 en el interior del cerramiento
􀂃 La cuarta hipótesis se refiere al caso sin la capa de aislamiento típica, sino en la que el cerramiento en su totalidad está construido con un material de ciertas propiedades aislantes, como la albañilería ligera (hormigón celular, por ejemplo).




Líneas de trabajo
La presencia de los puentes térmicos es habitual en cualquier edificio. Sin embargo la escasa bibliografía refleja un desconocimiento general o poco interés por el tema tratado. Es ahora en los últimos años, debido a la preocupación medioambiental y la concienciación de ahorro energético y bienestar higrotérmico cuando se empiezan a estudiar y reglamentar sus efectos.
En una configuración habitual de unas fachadas, empleando técnicas constructivas convencionales, a través de los puentes térmicos se produce una pérdida de calor del 20% de la energía total que pierde el edificio5. Esta cantidad, que es realmente importante, se traduce inexorablemente en un incremento del gasto en acondicionamiento en un porcentaje equivalente.
Teniendo en cuenta que constructivamente eliminar algunos tipos de puente térmico en ocasiones es imposible o puede suponer un coste muy elevado, previamente conviene saber en qué casos su efecto es realmente negativo o cuando su influencia es menor o nula.
Una línea de investigación podría enfocarse hacia el estudio, análisis y cuantificación de los efectos dañinos de los puentes térmicos, adaptado a las diferentes climatologías españolas y a la forma de construir de cada zona.
Los parámetros a controlar serían Ψ, fRsi en función de la zona climática donde se ubique el edificio.
Habría que estudiar la mejora o incorporación de técnicas de aislamiento adecuadas y valorar su coste, tanto si hablamos de rehabilitación como edificios de nueva planta -no olvidemos que ciertos puentes térmicos pueden evitarse en la fase de diseño-.
Una manera interesante de abordar este estudio sería mediante la metodología de las “robust details”, definida en las normativas inglesas. Se entiende por “solución robusta” aquella solución habitual, realizada con materiales y productos comunes y duraderos, basada en las técnicas y práctica industrial existente, concebida de tal forma que minimiza el riesgo de condensaciones, el riesgo de penetración al agua, las pérdidas extra de calor, exceso de infiltraciones, etc. Por tanto una solución constructiva es “robusta” cuando incorpora otros requisitos adecuados a la habitabilidad de los edificios y no sólo atiende a aspectos higrotérmicos. La compatibilidad con otros requerimientos, que en el caso español podrían encontrarse en el Código Técnico de la Edificación, es fundamental para asegurar que el diseño constructivo de los elementos sea, a priori, factible y por tanto pueda hacerse realidad.
La tipología edificatoria, y por consiguiente el diseño constructivo de la envolvente edificatoria, está íntimamente ligada al uso del edificio, e incluso, en algunos casos, al área geográfica y/o climatológica.
En el caso concreto de un país como España podría establecerse como primera clasificación las siguientes tipologías:
a) Viviendas unifamiliares aisladas
b) Viviendas unifamiliares adosadas
c) Viviendas plurifamiliares aisladas
d) Viviendas plurifamiliares entre medianeras
e) Oficinas
f) Otros
El objetivo final de este estudio previo es analizar el porcentaje de puentes térmicos, y por tanto de pérdidas de calor y de área “crítica” respecto el total de cerramientos, y que sin duda está íntimamente relacionado con la tipología y construcción de la envolvente edificatoria.
El comportamiento frente a las condensaciones obligaría a considerar la cantidad de producción de vapor de agua del espacio donde se encuentre el elemento constructivo.
Una primera clasificación podría establecer tres niveles, en vez de los cinco que establece la norma UNE EN ISO 13788: 2002:
1) espacios en los que se prevea una gran producción de humedad, tales como lavanderías y piscinas;
2) espacios en los que se prevea una alta producción de humedad, tales como cocinas industriales, duchas colectivas, restaurantes, pabellones deportivos u otros de uso similar;
3) espacios en los que no se prevea una alta producción de humedad. Se incluyen en esta categoría el resto de los espacios excepto los indicados anteriormente.
La diversidad de puentes térmicos, debido a su ubicación en el propio edificio, la composición de los distintos elementos constructivos, etc. nos obligaría a “agrupar” o relacionar la casuística de los posibles puentes térmicos que nos encontremos en una edificación.
Esta posible “agrupación en familias” podría plantearse:
• en relación con un tipo de fachada;
• en función de la posición del aislamiento:
o por el exterior
o Por el interior
o Intermedio
o Distribuido
Todas estas premisas deberían constituir un punto de partida a la hora de realizar un estudio higrotérmico de puentes térmicos, en función de la zona climática y tipología constructiva, con el fin de disminuir el efecto desfavorable de las pérdidas de calor y el riesgo de condensaciones a límites aceptables.

MARÍA INÉS DÍAZ REGODÓN y JOSÉ ANTONIO TENORIO RÍOS

8.1.13

CONDENSACIONES EN PUENTES TÉRMICOS

Formación de moho y condensaciones superficiales
Desarrollo y consecuencias de la formación de moho
El moho es indeseable en los edificios por las siguientes razones siguientes:
􀂃 por estética, tiene una desagradable apariencia que se asocia además a sensaciones de inadecuado comportamiento higiénico;
􀂃 deteriora los materiales orgánicos en los que crece, tales como pinturas, siliconas, acabados, pieles, telas, etc.;
􀂃 puede producir reacciones alérgicas a los ocupantes (por ejemplo, dolores de cabeza, irritaciones nasales y del sistema digestivo, asma) debido a la inhalación de componentes volátiles y esporas que abundantemente se presentan en el ambiente;
􀂃 si el cuerpo humano lo absorbe (por ejemplo por vía digestiva) causa enfermedades debidas a la formación de sustancias cancerígenas y venenosas.
Independientemente de los tipos de moho, su formación es posible cuando se presentan las siguientes condiciones:
􀂃 un ambiente interior con suficiente oxígeno y temperaturas entre 0ºC y 60º. Cada especie suele presentar una temperatura óptima para su desarrollo y crecimiento y un intervalo fuera del cual la vida sería teóricamente imposible. La banda ideal para la mayoría se sitúa entre 25º y 40 ºC. En general se adaptan bien a los ciclos ligados a cambios higrotérmicos;
􀂃 un sustrato apropiado (por ejemplo pegamento de celulosa en paredes empapeladas, superficies pintadas, siliconas, madera, yesos, alfombras,…)
􀂃 suficiente humedad en el ambiente y/o en los materiales de construcción.
Estas condiciones se hacen a menudo realidad en muchos tipos de edificios ya sea en periodos breves de tiempo o largos, por lo que no es sorprendente que la producción de moho aparezca con frecuencia.
La última condición mencionada (suficiente humedad) es muy importante porque el agua es un requisito esencial para el crecimiento de moho. El incremento del nivel de humedad de los componentes internos del edificio por un efecto higroscópico (absorción de la humedad del ambiente) en las capas de acabado aumentan considerablemente, y por consecuencia el riesgo de formación de moho.
El moho a menudo comienza en las esquinas, porque, entre otras razones, son lugares que, debido a la mínima circulación de aire, la condensación absorbida no puede secarse fácilmente.
Los problemas de moho surgen inicialmente en las habitaciones donde a se produce un alto nivel de humedad, por ejemplo en baños y cocinas. Sin embargo, a veces se observan importantes problemas en los dormitorios, lo que quiere decir que durante la noche, la producción de humedad de los cuerpos humanos no es evacuada suficientemente en estos dormitorios debido a la escasa eficiencia de los sistemas de ventilación. Además, durante el día, los dormitorios están a menudo no calefactados o inadecuadamente calefactados y ventilados por lo que es lógico que en estas circunstancias se produzcan.
Visión general de los parámetros de riesgo de condensación
La transferencia de humedad es un proceso muy complejo y el conocimiento de los mecanismos de transferencia, las propiedades de los materiales, las condiciones iniciales y las condiciones límite son a menudo insuficientes, inadecuadas y todavía en vías de desarrollo.
La transferencia de humedad puede causar daño a los materiales de construcción desprotegidos.
Se puede aceptar temporalmente y en pequeñas cantidades, por ejemplo en ventanas y azulejos de los baños, si la superficie no absorbe la humedad y si se toman las medidas adecuadas para prevenir su contacto con materiales sensibles adyacentes.
Para evitar la formación y crecimiento de mohos es conveniente que la humedad relativa en las superficies no supere 0,8 durante varios días. La envolvente edificatoria debería estar diseñada para prevenirlo, suponiendo unas condiciones normales de uso de sus habitantes.
Además del clima exterior (temperatura del aire y humedad) influyen en la formación de condensaciones superficiales y la producción de moho cuatro parámetros principales:
- la calidad térmica de cada elemento de la envolvente edificatoria, representada por - la resistencia térmica, puentes térmicos, geometría y resistencia superficial interior;
- la calidad térmica determina las temperaturas de la superficie interior y puede caracterizarse por el factor de temperatura de la superficie interior fRsi;
- la humedad interior suministrada, que influye en el punto de rocío del aire;
- la temperatura interior del aire: una temperatura más baja es en general más crítico;
- el sistema de calefacción, que influye en el movimiento de aire y la distribución de temperatura en las habitaciones. Puede haber por tanto áreas localmente más frías
que el resto, convirtiéndose éstas en puntos críticos.
Diseño para evitar las condensaciones y la formación de mohos
En general se puede establecer que la presencia de condensaciones y la producción de humedad en edificios se debe en primer lugar a un inapropiado clima interior, ya sea por una insuficiente calefacción y ventilación y/o por la alta humedad producida.
La investigación científica deseosa de clarificar las condiciones para la formación de mohos y otros microorganismos ha revelado que los problemas pueden comenzar si la humedad relativa en la superficie interior está por encima de un cierto valor límite durante un tiempo suficiente. Esto puede trasladarse a la siguiente afirmación:
La posibilidad de que se forme moho en una superficie es menor del 5% si la humedad relativa mensual media en dicha superficie permanece inferior al 80 %.
La norma UNE EN ISO 13788: 2002 expone un método para diseñar la envolvente edificatoria con el fin de prevenir los efectos adversos de la humedad superficial crítica (como por ejemplo la formación de mohos).
La condensación superficial puede causar daños a los materiales de construcción desprotegidos que son sensibles a la humedad. La condensación superficial se puede aceptar temporalmente y en pequeñas cantidades, por ejemplo en ventanas o azulejos de baños, si la superficie no absorbe humedad y si se toman las medidas adecuadas para prevenir su contacto con materiales adyacentes sensibles.
Por tanto, el riesgo de formación de mohos aparece si la humedad superficial permanece superior a 0,8 durante varios días, o lo que es lo mismo, si la temperatura superficial interior disminuye respecto a un valor límite.
Factor de temperatura de la superficie interior fRsi
El factor de temperatura fRsi de la superficie interior se define como el cociente entre la diferencia de temperatura superficial interior y la del ambiente exterior y la diferencia de temperaturas del ambiente interior y exterior:

fRsi = (θsi − θe)/(θi − θe)

Los métodos que permiten calcular el coeficiente térmico en elementos complejos se da en la norma ISO 10211-1.
Factor de temperatura útil sobre la superficie interior fRsi,min
El factor de temperatura útil sobre la superficie interior es el factor de temperatura mínimo aceptable sobre la superficie interior, por debajo del cual existe una alta probabilidad de que existan condensaciones y se forme moho (bajo unas condiciones favorables de humedad):

fR si,min = (θsi,min − θe)/(θi − θe)

El factor de temperatura es un importante parámetro para evaluar el riesgo de condensaciones.
Este factor, sin embargo, depende en buena parte de la elección del Rsi.
Temperatura superficial interior mínima aceptable θsi,min
La temperatura superficial interior mínima aceptable θsi,min es muy importante en el punto más frío de la superficie interior de un elemento de edificación para definir su correspondiente factor de temperatura (fRsi,min) que controla el riesgo de condensaciones. En concreto, la temperatura superficial interior del punto más frío se verifica y compara con la temperatura de rocío del ambiente interior θdp
θsi,min > θdp
Temperatura de rocío del aire interior
Si a una cierta temperatura interior y a un cierto nivel de humedad, la temperatura de una habitación se reduce, entonces la humedad relativa en la habitación aumentará.
También llamada punto de rocío, la temperatura de rocío mide la humedad del ambiente, es la temperatura a la cual una muestra de aire húmedo llega a saturarse y comienza la condensación. El punto o temperatura de rocío depende de la masa de vapor de agua contenida en el aire.
La temperatura de rocío es por tanto de una gran importancia en relación con la evaluación del riego de condensaciones en la superficie interior.
Los valores de las temperaturas de rocío mostradas en la tabla siguiente, corresponden a los máximos contenidos de humedad para cada temperatura. Para otros valores de humedad relativa el vapor de agua contenida puede ser leído gráficamente en el conocido diagrama o ábaco psicrométrico.

Figura 7. Ábaco psicométrico y tabla que relaciona las temperaturas de rocío con la cantidad de humedad.

En el ábaco psicrométrico adjunto se muestra la interdependencia de la humedad relativa, en la escala a la izquierda, la temperatura seca en la escala horizontal, y la masa de vapor de agua por masa de aire seco con su equivalencia en presión de vapor, en mbar, en la escala de la derecha.
Humedad del ambiente interior
La humedad del ambiente interior puede deducirse de:
pi = pe + Δp
donde
pi es la presión de vapor interior calculada [Pa];
pe es la presión de vapor exterior calculada [Pa];
Δp es el exceso de presión de vapor interior del local [Pa].
O bien de:
νi = νe + Δν
donde
νi es el volumen de aire interior húmedo [kg/m3]:
νe es el volumen de aire exterior húmedo [kg/m3]:
Δν es el exceso de humedad interior [kg/m3].
El exceso de humedad interior puede definirse como el ritmo de producción de humedad interior (G en kg/h) en un espacio dividido por la tasa de renovación de aire [h-1] y por el volumen del local (V en m3):
Δν = G/n⋅V
Según se detalla en el anexo A de la norma UNE EN ISO 13 788: 2002 se pueden establecer cinco clases de higrometría interior. La figura siguiente muestra los límites de Δν y Δp para cada clase. Para los cálculos se recomienda utilizar el límite superior de cada clase a menos que el diseñador pueda demostrar que las condiciones son menos severas. Se pueden utilizar datos medidos para obtener los valores aplicables en otros climas.

Figura 8. Variación de la humedad interior en función de las clases de higrometría la temperatura exterior

Cálculo de la temperatura superficial interior mínima aceptable θsi,min y el factor de temperatura de la superficie interior fRsi para evitar las condensaciones superficiales
Para cada uno de los meses del año se deben efectuar las operaciones siguientes:
- determinar la temperatura del aire exterior, la humedad exterior y la temperatura interior;
- calcular la humedad relativa interior a partir de Δν o Δp o tomar una humedad relativa constante para un ambiente climatizado incluyendo los márgenes de seguridad definidos anteriormente;
- con una humedad relativa máxima aceptable en la superficie, φsi=0,8, calcular la humedad de saturación aceptable νsat o la presión de saturación psat que representen el mínimo aceptable:
Vsat(ϑsi) = νsi/0,8 ó psat(ϑsi) = pi/0,8
- determinar la mínima temperatura superficial aceptable θsi,min, a partir de la mínima humedad de saturación aceptable
θsi,mín = 237.3log e(Psat/610.5) / 17.269 log e (Psat/610.5)
- partiendo de la mínima temperatura superficial aceptable θsi,min, y considerando la temperatura prevista del aire interior θi y la temperatura exterior θe se calcula el factor de temperatura mínimo fRsi,min .
Cada uno de los cerramientos del edificio se diseñará de tal forma que su fRsi sea superior a fRsi,min. El factor de temperatura se calculará para el mes más crítico, es decir, para el cual se obtiene el valor de fRsi,min más alto.
Para un diseño dado, el factor de temperatura de la superficie interior fRsi pueden calcularse a partir de la siguiente expresión:
- en el caso de flujos térmicos unidimensionales, que se producen en aquellos elementos planos tales como los puentes térmicos integrados en los cerramientos:
f Rsi = (U−1 − Rsi) / U−1
- en el caso de flujos térmicos multidimensionales, que se producen en aquellos elementos tales como los puentes térmicos formados por encuentros de cerramientos, mediante la ayuda de un programa informático de cálculo sobre elementos finitos o similar de acuerdo con la norma UNE EN ISO 10 211-1:1995 y UNE EN ISO 10 211-
2:2002.

MARÍA INÉS DÍAZ REGODÓN y JOSÉ ANTONIO TENORIO RÍOS
Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja

4.1.13

PÉRDIDAS DE CALOR EN LOS PUENTES TÉRMICOS (II)

2.3. Modelización de los puentes térmicos
A causa de las irregularidades discutidas arriba, el flujo de calor no será simplemente unidimensional, tendrá dos o tres características dimensionales, dando lugar a unas pérdidas de calor extra pero que podrán ser evaluadas a partir de cálculos de U unidimensionales.
Entre los medios interno y externo con temperaturas θi y θe respectivamente, el valor del flujo de calor por transmisión a través de la envolvente del edificio, φ, puede calcularse mediante la ecuación:
φ = Ht ⋅ (ϑi − ϑe)
La transmisión del coeficiente de pérdida de calor HT se calcula mediante la ecuación:
Ht = L + Ls + Hu
donde
L es el coeficiente de acoplamiento térmico a través de la envolvente del edificio; Ls es el coeficiente de acoplamiento térmico del suelo de acuerdo con la norma UNE EN ISO 13 370:1999;
Hu es el coeficiente de pérdida de calor a través de espacios no calefactados de acuerdo con la norma UNE-EN ISO 13 789:2001.
Cuando se calcula el coeficiente de acoplamiento térmico L, se ignora a menudo el efecto de los puentes térmicos. Sin embargo, los edificios pueden poseer puentes térmicos significativos, cuyo efecto es aumentar la pérdida total del calor del edificio. En este caso, para obtener el correcto coeficiente de acoplamiento térmico, es necesario añadir los términos de corrección que comprende las transmitancias térmicas puntual y lineal tal como sigue:
L = ΣUi Ai + Σψk lk +Σχj
donde
L es el coeficiente de acoplamiento térmico;
Ui es la transmitancia térmica de la parte i de la envolvente del edificio;
Ai es el área sobre la cual se aplica el valor de Ui
Ψk es la transmitancia térmica lineal del puente térmico lineal k;
χ es la transmitancia térmica puntual de puente térmico puntual j.
La modelización geométrica del puente térmico lineal se realiza mediante los planos de corte que dividen el elemento constructivo en un elemento central y uno elementos de flanco.

Figura 5. Modelo bidimensional con cuatro elementos de flanco y de un elemento central

Los elementos de flanco bidimensionales se componen de capas de material planas y paralelas al flujo de calor.
La longitud del elemento de flanco se define como la distancia entre el elemento central y el plano de corte, que aunque corta es de gran importancia en el resultado.
Los planos de corte deberán posicionarse como sigue:
􀂃 a 1 m al menos del elemento central si no hay un plano de simetría cerca;
􀂃 en general, en un plano de simetría si éste se encuentra a menos de 1 m del elemento central.
Generalmente la influencia de los puentes térmicos puntuales (en cuanto resultan de la intersección de los puentes térmicos lineales) pueden despreciarse y así el término de corrección que comprende los puentes térmicos puntuales pueden omitirse de la ecuación anterior. Si, no obstante, hay puentes térmicos puntuales significantes, entonces las transmitancias térmicas puntuales deberían calcularse de acuerdo con la norma UNE-EN ISO 10211-1:2001.
Como se ha explicado anteriormente, los valores de Ψ y χ dependen por un lado, de la configuración y de las conductividades térmicas de las capas de materiales, y, por el otro, de la manera en que el cálculo de transferencia de calor unidimensional se ha realizado.
El efecto del puente térmico (pérdida extra de calor) puede visualizarse por la concentración de líneas de flujo de calor, como se muestra en la segunda columna de los dibujos.
Entre flujo y flujo pasa la misma cantidad de calor. Los flujos son perpendiculares a las isotermas (lugares geométricos que unen puntos a la misma temperatura) que definen el campo de temperaturas, también lineal (columna primera).
Las siguientes figuras muestran cuatro soluciones diferentes para un dintel de ventana.
En el primer y segundo caso, la concentración de líneas de flujo es claramente visible debido al efecto del puente térmico del mal aislamiento. En el tercero se produce un pequeño puente entre el cerramiento y el marco de la ventana. El cuarto caso parece ser la mejor solución.

Figura 6. Diferentes soluciones de puente térmico de dintel de ventana (Ejemplos obtenidos del programa informático belga de evaluación de puentes térmicos: IAKOB, version 21/05/02 “Inventarisatie, Analyse& Optimalisatie van KOudeBruggen).